Oviedo, E. C. / N. A.

El Real Oviedo celebra hoy el último entrenamiento de la temporada sumido en la mayor de las incertidumbres. Ninguno de los estamentos del club se libra de las incógnitas. Desde la cúspide de la pirámide a los cimientos, la estructura azul no tiene asegurado su futuro en la entidad. El que parece tenerlo más claro es Alberto González. El máximo accionista de la entidad parece continuar con su idea de agarrarse al cargo hasta que cese la tormenta.

Con el Ayuntamiento evitando involucrarse directamente, el siguiente foco apunta a Dámaso Bances, presidente del club. El dirigente sigue pidiendo tiempo para dar a conocer sus intenciones sobre si seguirá o no en el cargo, aunque es más que probable que deje el club azul junto a los consejeros Ataúlfo Valdés y Pepe Costas. La división dentro del consejo del Oviedo es una realidad y los tres están cansados de que las únicas decisiones que se tengan en cuenta son las de Alberto González y Ángel Martín y tener que ser ellos los parachoques de todas las críticas. Los que sí que confirmó Bances es que les gustaría que Pichi Lucas ocupara el banquillo la próxima temporada.

Es entonces en Pichi Lucas donde se sitúa el actual frente de la entidad. Desde el club se tiene total confianza en que el berciano acepte la oferta de renovación que el Oviedo le ha planteado.

El entrenador se encuentra en una especie de shock tras la eliminación y ha pedido un tiempo a los dirigentes azules para analizar la situación. No obstante, el Real Oviedo no baraja más opciones que la de Pichi Lucas para el banquillo y se espera que en los próximos días responda afirmativamente a la oferta de renovación. Hoy mismo, Pichi Lucas ofrecerá una rueda de prensa en El Requexón para explicar su situación aunque podría no comunicar aún su decisión definitiva.

La falta de confirmación oficial por parte del preparador hace que la situación de los jugadores quede en suspenso momentáneamente. Tan sólo ocho jugadores tienen contrato en vigor con el club -Perona, Manu Busto, Pelayo, Miguel, Rayco, Ernesto, Xavi Moré y Jorge Rodríguez-, lo que no les asegura su continuidad. Las posibles ofertas por los jugadores más contrastados de la plantilla podrían dificultar su continuidad, como el caso de Pelayo, seguido por varios equipos de superior categoría.

El resto de futbolistas de la primera plantilla termina contrato el próximo 30 de junio y no tienen claro su futuro. La idea de la dirección deportiva es la de esperar al sí definitivo de Pichi Lucas para, con su consenso, ponerse a negociar la continuidad. En el caso de que el berciano no siguiera en el banquillo el club activaría la renovación de las piezas básicas del equipo -como Aulestia o Gonzalo- antes incluso de negociar la llegada del nuevo entrenador.