Estambul (Turquía), Álvaro FAES

Desde una esquina del pabellón de Ferrari, Fernando Alonso le metía prisa a Felipe Massa. El asturiano señalaba con gestos llamativos el reloj, mientras su compañero desgranaba lo que había sido su jornada ante no menos de treinta periodistas. De pronto, el brasileño dejó de hablar, miró a un lado, se acercó el micrófono y se dirigió a la prensa. «Podemos seguir otro rato. Luego yo me iré a la reunión con los ingenieros y él (por Alonso) tendrá que pagar la multa por llegar tarde». Carcajada. Ambiente inmejorable en Ferrari a pesar de que entre los dos pilotos compiten por el único puesto de líder en el equipo. Massa está cómodo en Turquía, donde ya ha ganado tres veces: 2006, 2007 y 2008.

Terminado el discurso de Massa y mientras Alonso se sentaba, hubo un momento para la ternura. Casi nadie se dio cuenta de que una veterana periodista italiana abordó a Massa cuando ya se retiraba. Le entregó un paquete. «Es para Felipinho» le dijo, el hijo de cinco meses del piloto. Se llevó dos besos antes de sentarse de nuevo para escuchar a Alonso. Ya hablaba por entonces el asturiano.

«Es una pista buena para nosotros, Felipe ha ganado tres veces. Pero debemos esperar a ver la fortaleza de McLaren y Red Bull», comenzó.

Se habla mucho estos días de la carrera de Barcelona. Se corrió en Mónaco unos días después, pero una pista tan atípica no sirve para tomar referencias. «Me fío de lo que pasó en España. Red Bull será de nuevo inalcanzable, pero nosotros debemos luchar para estar lo más cerca que podamos de ellos y, si es posible, que tengan que luchar para llevarse la pole», dijo.

El dominio de McLaren ayer no despista al ovetense. «Suelen ser más rápidos los viernes y luego Red Bull manda los sábados. Nosotros, en cambio, somos más constantes todo el fin de semana». Con la referencia de lo ocurrido en Barcelona, cree el asturiano que Ferrari estará en Estambul al mismo nivel que McLaren. «Tendremos una competencia abierta con ellos porque en Barcelona yo no podía con Hamilton. Nosotros teníamos más velocidad punta en las rectas, pero luego perdíamos mucho en la zona de curvas, y aquí estaremos más equilibrados».

La referencia de los tiempos de las sesiones libres de ayer, aseguró, no le quita el sueño. «Es que los tiempos son difíciles de comparar. Cada uno va a lo suyo; unos con una carga mayor y otros con un tipo de neumáticos distinto. Y además hay que tener en cuenta que hay quien lleva el motor al 80 por ciento de rendimiento y quien lo pone al máximo».

El trabajo en Ferrari lo marcó la evolución del «conducto F». Alonso admitió: «Estuvimos probando y reprobando todo el día» y ello restó tiempo a otras tareas habituales, como los reglajes. Así que «queda trabajo para la noche, comparar datos de la fábrica y de la pista, y algunas cosas las probaremos mañana (por hoy), sobre la marcha, en la pista», explicó.

De por qué todavía nadie es capaz de haber dado caza a los Red Bull, Fernando Alonso encuentra la explicación en una cuestión de calendario de trabajo. «Nos llevan unas pocas carreras de ventaja. Todo depende de cuándo introduzcas tu gran evolución. Ahí das un salto». Red Bull lo hizo en Barcelona y Ferrari aún ultima su «gran revolución».

<fernando alonso:>