El cálculo no es empírico, pero muchas veces las sensaciones van por el camino correcto. Y la que había ayer en Istambul Park era que el número de personas que trabajaban en la F1 era muy superior a la de aficionados en las tribunas. Difícilmente llegarían a mil los que se acercaron hasta la pista, a una hora en coche de una macrourbe a caballo entre Europa y Asia. Y entre equipos, prensa, seguridad, comisarios, camareros y demás se alcanzan los dos millares largos. El teatro ambulante de las carreras llega a la puerta de salida del Viejo Continente para retransmitirlo desde allí a todo el mundo. Pero que nadie se engañe. Queda Turquía para rato.

Lo garantiza Bernie Ecclestone. «Vamos a renovar el contrato por diez años», dijo, antes de explicar por qué la Fórmula 1 no prende en Turquía. «Hace una década nadie sabía aquí de qué iba esto. Lleva tiempo entenderlo, pero se acabarán acostumbrando».

De vez en cuando, el capo del «Circo» pasa revista a los temas calientes del negocio. Asegura que pronto habrá un suministrador de neumáticos para el año que viene, cuando se consume la huida de Bridgestone. Pirelli tiene la pole, pero hay muchos acuerdos que cerrar, sin despreciar los últimos intentos de Michelin y Avon Cooper. «Tenemos doce equipos con los que negociar, está la FIA y tres candidatos. Suficiente para tomarse un tiempo, pero pronto estará resuelto».

Ajenos a la realidad administrativa los equipos se lanzaron a los ensayos de los viernes. Ferrari se escondió y pasó el día probando la evolución de su «conducto F». Ya no taparán con la mano el hueco que redirige el aire hacia el alerón y lo libera de carga aerodinámica para las rectas. Lo harán con el pie, aunque no quisieron confirmarlo. «Con alguna parte del cuerpo», dijo Alonso para alimentar el enigma.

Las hojas de tiempos siempre llevaron en la parte de arriba el nombre de McLaren. El clásico espejismo porque Red Bull sigue siendo favorito para la pole. En su tanda larga, Vettel fue un segundo por vuelta más rápido que Button. Sin embargo, el inglés logró el mejor parcial del día en un giro con poca gasolina. El vigente campeón no se llama a engaños. «Nadie recorta un segundo en quince días», que es la ventaja que tenían Vettel y Webber en Montmeló.

Alonso consiguió el quinto tiempo, pero cuando rodó largo fue mejor que McLaren. Un galimatías que resolverá hoy la sesión clasificatoria. Lo que sí consiguieron Hamilton y Button con los McLaren fue la mayor punta de velocidad. Está claro que el concepto del «conducto F» no tiene secretos para el equipo de Woking, los inventores del sistema. Red Bull también estrenará el suyo esta carrera, otra ayuda para Vettel y Webber. Ellos lo accionan con la mano izquierda. Williams también lo añadirá a su coche. Es curioso que los equipos inviertan una millonada en un «truco» que para 2011 quedará abolido.

El decimotercer tiempo de Massa tampoco es para tener en cuenta. A la infinidad de pruebas con el «conducto F», que restaron tiempo para otros asuntos, añadió una salida en la temida curva 8 cuando acababa de estrenar los neumáticos blandos, que quedaron inutilizados. Tuvo que completar el resto de la sesión con un juego de duros y su cronómetro quedó entonces comprometido.