Luanco, J. FERNÁNDEZ

El Marino dio un gran paso atrás en sus aspiraciones de conseguir el ascenso a Segunda B. El equipo luanquín cayó en Miramar ante un Las Palmas B que, aparte de tener un buen equipo, mostró una gran efectividad de cara al gol.

El equipo local comenzó el partido con mucho ritmo. Gozó de la primera ocasión en el minuto inicial, con un remate de Rubén Suárez a la media vuelta que el portero visitante desvió. Antes del cuarto de hora, el Marino dispuso de una nueva oportunidad, tras un centro de Titi desde la derecha que el meta Alejandro desvió, evitando el remate mortal de Camochu.

A los 22 minutos llegó el gol local, que hacía justicia al mejor juego del Marino. Fue tras una falta lanzada por Castaño que Rubén Suárez, tocando ligeramente el balón con la cabeza, mandó a la red. Los jugadores del filial de Las Palmas reaccionaron y Vitolo, uno de sus mejores hombres, puso a prueba a Guillermo con dos potentes y lejanos disparos.

Rubén Suárez dispuso de una buena oportunidad para ampliar la ventaja, pero no llegó al centro de Jeffrey. Al equipo local se le empezó a torcer el partido tras el penalti por derribo de Pantiga a Vitolo, que transformó el propio Vitolo. Los minutos iniciales del segundo tiempo fueron letales para el Marino. El 1-2 llegó tras una rápida internada de David Simón por la derecha que Jonathan Viera mandó a la red con un disparo raso. Dos minutos después, Viera continuó su recital con una gran jugada que finalizó con un disparo alto y potente.

Los goles fueron un mazazo para el Marino, que se quedó sin capacidad de respuesta. Con los locales volcados al ataque, los delanteros amarillos tuvieron muchos espacios y a punto estuvieron de aumentar su ventaja. También Piero desaprovechó una buena oportunidad (minuto 63) y ya en el tramo final, tras la expulsión de Vitolo, los de Rogelio rozaron el segundo gol: en el 89, tras una dejada de Camochu, Villanueva estrelló el balón en las piernas de Israel; y en el último minuto, un cabezazo de Camochu se fue al poste de la portería de Alejandro, mientras el delantero reclamaba penalti por un empujón.