Ciudad del Cabo / Oviedo

Iker Casillas ha optado por «aislarse» de los medios de comunicación para protegerse del «efecto Carbonero». Su novia, la periodista Sara Carbonero, se ha convertido en una de las personas con más seguimiento del Mundial -su imagen figura hasta como salvapantallas en algún ordenador de los periodistas acreditados-, y el portero evita en lo posible a los medios, tanto que ha decidido no conceder ninguna entrevista exclusiva.

Lo que no puede esquivar son las bromas de sus compañeros por una situación que es la comidilla mundial. Así, tuvo que aguantar mucho cachondeo tras ser entrevistado al final del encuentro contra Suiza precisamente por Carbonero y, sobre todo, por parte de su colega de portería Reina, que es el más ingenioso de los futbolistas españoles.

Es claro que Casillas no está cómodo con esta situación de puertas afuera, pero entre tanto la relación sigue su «curso normal». Hablan cada noche por teléfono y en los días de descanso de la selección Iker y Sara han paseado por Potchefstroom.