Gijón, P. T.

Dice el refrán que lo que mal empieza, mal acaba. Sin embargo, lo que empieza bien no tiene porque acabar bien. El debut liguero del Medicentro tuvo buenas vibraciones al principio para el equipo gijonés, pero todo terminó en derrota. El Porriño acabó por rematar una inesperada remontada al contraataque, ante un Medicentro que se desinfló por completo en la segunda parte.

Empezó muy bien el conjunto gijonés, demostrando que en el balonmano el juego colectivo es lo que cuenta. Con buenas combinaciones llegaban al área contraria finalizando muchas veces en gol. La defensa gijonesa, muy ordenada, no pasaba apuros. De esta manera llegó a endosarle al conjunto gallego un parcial de 7-0 en los primeros diez minutos. La primera mitad finalizó con cinco goles de ventaja para el Medicentro.

La historia del partido dio un vuelco radical con el inicio de la segunda parte. El Medicentro comenzó a desmoronarse con ataques precipitados y pérdidas de balón que propiciaron continuos contraataques del Porriño. El conjunto gallego cuenta además con gente experimentada y con un Carrera que jugó el año pasado en Asobal. Supo aprovechar los tiempos del partido y culminar la remontada en los últimos minutos. El debut del Medicentro pudo ser dulce, pero terminó siendo amargo.