Gijón, A. LORCA

El Guaje volvió a demostrar ayer ante el Sporting que un goleador de su talla no tiene amigos en un terreno de juego. Y es que el de Tuilla fue una vez más el verdugo del Sporting y se convierte, con cinco tantos, en el futbolista que más goles ha hecho al equipo asturiano en las tres temporadas que lleva en Primera desde el ascenso, por delante de Van der Vaart, con cuatro.

Guardiola situó desde el inicio del encuentro a Villa y a Bojan como referencias ofensivas. El primero, como viene siendo habitual, tirado un poco a la izquierda y el segundo entrando más por la parte derecha del campo. En el primer periodo el Guaje tiró en cuatro ocasiones, tres de ellas a puerta. El gol se le resistía y se le veía un poco obsesionado con esa faceta, por lo que en alguna ocasión no vio a alguno de sus compañeros mejor situados para el remate.

A pesar de ello, el de Tuilla estuvo muy involucrado en el juego de su equipo y se ofreció continuamente a sus compañeros para tirar paredes y engarzar buenas jugadas de ataque. Pero, él como el resto de su equipo, se mostró algo espeso y a pesar de que el balón siempre lo dominaban los azulgranas, no llegaron a crear ocasiones claras de gol.

Todo esto cambio en el minuto 3 de la segunda parte, cuando Alves le dio un gran pase al Guaje, que, esta vez entrando desde la derecha, se quedó solo en el interior del área y no perdonó a Cuéllar, al que batió por arriba cuando este trató de salir a taponarle. Ahí se acabó cualquier posible ansiedad para el asturiano, que siguió intentándolo el resto de partido, aunque la defensa del Sporting, muy atenta, le dejó en varias ocasiones en fuera de juego.