Aeropuerto de Asturias,

J. E. CIMA

Los ciclistas profesionales asturianos Samuel Sánchez y Carlos Barredo regresaron ayer, al mediodía, a Asturias, fatigados tras veinte horas de vuelo desde Melbourne (Australia) del Mundial de fondo en carretera, donde la selección española se quedó sin subir al podio. El ovetense y el gijonés, que llegaron acompañados del mecánico noreñense Alejandro Torralbo, reconocieron a LA NUEVA ESPAÑA, nada más bajarse del avión, que «hubo un fallo cuando se formó la escapada buena y luego nos tuvimos que quemar y sacrificarnos en la persecución para conseguir que Freire llegara a disputar el sprint. Desgraciadamente, Oscar no tuvo buenas piernas en la llegada y eso nos impidió lograr una medalla, pero hicimos un buen trabajo».

Samuel Sánchez, actual campeón olímpico, explica que el Mundial «fue diferente de los otros disputados porque la fuga se hizo cuando aún faltaban 80 kilómetros y tuvimos un error táctico. En un momento se cortó el grupo de treinta en cabeza, yo iba sobre el cuarenta, y ya no se paró. Así que por detrás nos tuvimos que sacrificar a tope Luis León y yo en favor de Freire, para que el grupo no se nos fuera más. Rebajamos del minuto y medio al medio minuto. Hubo que parar también a los tres compañeros de delante (Zubeldia, Plaza y Barredo), pero se reaccionó tarde, para poder luego meter a Freire adelante. Al no haber comunicación (pinganillos) se tardó más tiempo de lo debido en dar las órdenes para que bajaran a ayudarnos a perseguir».

No obstante, Samu tiene claro que este Mundial fue «otra oportunidad perdida. Creo que el trabajo que hicimos en la selección fue bueno y gracias a ello logramos aún meter a Freire adelante. Está claro que estratégicamente Italia luchó mejor que nosotros, pero también se desgastó y no se llevó medalla. Fue raro que se hiciera esa fuga a falta de 80 kilómetros y que luego tiraran fuerte Italia y Bélgica en cabeza. Gracias a nuestro trabajo los tres primeros del podio (Hushovd, Breschel y Davis) pudieron enganchar y llevarse las medallas porque si no eran para los fugados».

El gijonés Carlos Barredo estuvo en la escapada porque «estaba pendiente de que los italianos la podían armar. Lo hicieron antes dos veces, pero estaba Freire con nosotros y se paró. Pero a falta de seis vueltas, al ver que no estaban nuestros líderes, leyeron bien la carrera y tiraron para delante en la fuga. Nosotros preguntábamos si teníamos que parar porque era una situación complicada para el seleccionador. Hasta que se quemaron por detrás los compañeros y recibimos la orden de bajar a perseguir».

El ciclista del Coto tiene claro que «tuvimos buenas piernas Zubeldia y yo para entregarnos a tope en la persecución y logramos al fin dejar a Freire delante, que era el objetivo del Campeonato del Mundo. Fue una pena que Oscar luego no tuviera fuerzas en el sprint. El despiste que tuvimos antes nos dejó en bragas ante los italianos; pero tampoco tan mal, porque logramos enmendarlo a base de mucho desgaste y trabajo».

El asunto de los positivos de Contador, Mosquera, David García y Marga Fullana también tenía gran repercusión en la selección española que iba a disputar el Mundial. Samuel señala: «Espero que lo Alberto se solucione pronto, aunque el daño ya se lo han hecho a su imagen de campeón y también al ciclismo. Mucha de esta culpa es de la prensa extranjera y luego en España se hacen mucho eco de lo que dicen fuera. La última palabra la tienen la UCI y el AMA; mientras ellos no digan nada, todo el mundo se debería abstener de hacer juicios sin fundamento».

En cuanto a los otros casos, el líder del Euskaltel manifiesta que Marga Fullana «reconoció su error, como cualquier trabajador puede cometer. Olé por su confesión de contar la verdad. Mientras que lo de Mosquera y David García está en el aire y es otro cubo de mierda que nos cae encima».

Carlos Barredo también estaba triste por estos recientes casos positivos en los controles antidopaje que le llegaron estando muy lejos de España.

«Lo de Contador, Mosquera, David García y Marga Fullana son cosas que siguen haciendo daño al ciclismo y ahora tenemos muy poca credibilidad ante el público. Éramos la selección favorita para lograr el Mundial y estos temas en la cabeza está claro que no dejan de afectarte. Todo eso que salió publicado era negativo para nosotros», dice.