Oviedo, Mario D. BRAÑA

Si lo de ayer tiene continuidad, el Feve Oviedo promete acercar al baloncesto asturiano a la elite. El de Alfredo Riera fue un equipo guapo, comprometido y consistente en todos los aspectos del juego. Maduró el partido en los dos primeros cuartos y le dio carpetazo con un arranque supersónico del tercero, que acabó con la resistencia del Barça. El hasta ayer segundo mejor equipo defensivo de la LEB Plata se marchó de Oviedo con 106 puntos. Y eso que los locales levantaron el pie en el tramo final.

Las estadísticas dicen que Javi Román se salió, con 31 puntos, 9 rebotes y 37 de valoración, o que O´Leary, Ratzsch y Alejandro González rayaron a gran altura. Pero lo que no pueden expresar los números es la sensación de equipo que transmite el Feve Oviedo. Desde el principio, cuando los chavales del Barça le plantaron cara, y sobre todo cuando se convirtió en una locomotora imposible de frenar. Todo empezó por una zona dispuesta por Alfredo Riera mediado el segundo cuarto, que secó a los lanzadores barcelonistas, y culminó tras el descanso con un baloncesto que aunó calidad, garra y un acierto espectacular, sobre todo de un encendido Román. A falta de cuatro minutos, el Feve Oviedo ya había pasado de los cien puntos. La caldera de Pumarín hirvió como nunca.