Gijón, J. E. CIMA

El Consejo de Administración del Sporting lo tiene claro: no quiere pasar los apuros de las dos últimas temporadas y, sobre todo, quiere asegurar la imprescindible permanencia. La falta de gol es ahora mismo la principal preocupación de los rectores rojiblancos que han dado orden a los técnicos encargados de la materia, liderados por Emilio de Dios, la búsqueda de un goleador y un centrocampista. Difícil labor en ambos casos, sobre todo en el primero. Pero en ello está el club. Se puede decir que el club afronta las compras de Navidad.

En principio, el cuerpo técnico buscaba refuerzos para la próxima campaña. Ahora busca jugadores para el mes de enero que eleven la calidad de la plantilla y con precios competitivos. Se considera que la portería está bien guardada con Juan Pablo e Iván Cuéllar. También se considera que la defensa, con Lora, Gregory, Iván Hernández, Jorge, Botía, José Ángel y Canella, tiene un nivel alto. Similar valoración se hace en los pivotes, con Rivera y Eguren, aunque el consejo teme que puedan acusar la falta de relevo en la segunda parte de la temporada. Pero, sobre todo, es en la delantera donde se echa en falta más acierto rematador. El Sporting ha marcado diez goles, un balance que se considera muy pobre. Sólo el Almería ha marcado menos goles, ocho tan solo, lo que le ha costado el puesto a Juan Manuel Lillo.

Ya en el final de la temporada pasada saltaron las alarmas: Entre los dos delanteros centro, Bilic y Barral, hicieron solamente nueve goles. En esta campaña las cifras son muy pobres. Sangoy, flamante fichaje, lleva dos goles, por detrás del gran ausente, Diego Castro, lanzador de los penaltis. El consejo estaba aguantando porque el equipo se enfrentaba a los grandes y se esperaba a los partidos de Almería y Pamplona para sumar. Pero el punto de la capital almeriense no cumple las expectativas.

Además, otros equipos que estaban mal clasificados ya han probado los revulsivos de rigor, el cambio de entrenador. Algunos de los recién llegados, profesionales de mucho prestigio. El Zaragoza colocó en el banquillo a Javier Aguirre, profundo conocedor de la Liga española tras su paso por el Osasuna y el Atlético de Madrid. El Málaga del ambicioso jeque ha llamado a Pellegrini, antecesor de Mourinho en el Real Madrid, y triunfador en Villarreal. El Almería ha licenciado a Lillo para contratar a Oltra.

Los nervios, como se ve, están a flor de piel y en la planta alta de Mareo no quieren que se les achaque falta de medidas. Normalmente, los representantes Eugenio Botas y Pepe Mesas son los que más trabajan con el club rojiblanco. Pues bien, han tenido que cambiar últimamente de objetivos: de buscar jugadores para la próxima temporada a lograr algo bueno, bonito y barato para el mercado de invierno. También otros representantes ya ofrecieron jugadores a Emilio de Dios, director deportivo del Sporting, que se está estudiando los mercados extranjeros y también alguna cesión de los grandes de España.

El problema, a estas alturas de la competición, tiene dos aspectos: la menor presencia de jugadores aptos en el mercado y los precios que se manejan. La opción de conseguir un centrocampista organizador o un jugador de banda ya se estaba barajando para la próxima temporada porque desde el club se piensa que Diego Castro se marchará libre al final de temporada. Pero ahora todo urge porque se teme que si el equipo entra en puestos de descenso su rendimiento podría bajar mucho. También se sabe que otros equipos, caso del Málaga, van a gastar mucho dinero para salir del descenso.