Barcelona, Agencias

«No tengo nada que esconder a Mourinho, sabe que iremos a atacar». Pep Guardiola habló por primera vez directamente del clásico, sin partidos de Liga de Campeones de por medio y ya sin freno, porque ahora sí, el clásico es inminente. Igual que Mourinho, el entrenador del Barcelona evitó avivar el fuego de la polémica, así que después de varias semanas tratando sobre el encuentro de esta noche, no será por los técnicos que el ambiente se haya caldeado.

De todas formas, Guardiola le ha confirmado a Mourinho lo que todo el mundo sabe. Que el Barça no va a cambiar su estilo por enfrentarse al Madrid. «Por nuestra forma de jugar, hemos obtenido la admiración de todo el mundo. Ése es el mayor activo que tenemos, nuestro mayor orgullo, y eso no va a cambiar mañana por ganar o perder».

El técnico del conjunto azulgrana tiene claro que un equipo «irá a buscar el partido», el Barça, y el otro esperará el fallo del rival para hacer daño a la contra, «porque el Madrid históricamente ha sido un equipo de contraataque y sigue siéndolo ahora».

Luego le ha tocado al entrenador aclarar los porqués del cambio del último entrenamiento. Lo sacó de la matinal de ayer y lo trasladó a la tarde. Le acusaron de hacerlo para que cuando compareciese, ya conociera lo que había dicho Mourinho. «Esto no es un debate parlamentario. Si hubiese querido responderle, he tenido muchas ocasiones de hacerlo. El domingo por la mañana en la Ciudad Deportiva hay muchos partidos y no quería que entrenaran con tanto ruido. Además, hay muchos catalanes en la plantilla, había elecciones y quería que pudiesen ir a votar por la mañana, comer con sus familias y luego venir a entrenar».

Lleva Guardiola un pleno de victorias en los clásicos en sus dos temporadas en el banquillo del Camp Nou. Cuatro de cuatro y dos Ligas en el bolsillo. «Tarde o temprano perderé con el Madrid. Prefiero ganar a perder, pero estoy más orgulloso de otras cosas que de haberles ganado cuatro veces».

No está de acuerdo Pep en que el interés mediático que se genera en torno a este tipo de encuentros sea más perjudicial para sus jugadores que para los del adversario. «Es imposible que en un Barça-Madrid no haya sobreexcitación y para jugar bien al fútbol hay que jugar tensionado». Al contrario que Mourinho, Guardiola no se manifestó sobre la designación de Iturralde González como árbitro del encuentro.