Avilés, Albina FERNÁNDEZ

El derbi entre el Avilés y el Marino se jugará el domingo (12.00 horas) en el Muro de Zaro, según anunció ayer el director deportivo del club, Ulpiano Cervero. Será la primera vez que el Avilés juegue en Liga en el campo de Llaranes, su antiguo feudo, desde la reinauguración del Suárez Puerta el 6 de enero de 1999, cuando el equipo blanquiazul militaba en Segunda B.

La vuelta está motivada por la deuda que mantiene el club con la empresa suministradora del gas, que retiró el contador y el agua caliente del Suárez Puerta hace quince días. El equipo ya sufrió las consecuencias del impago en dos ocasiones, la última en el partido ante el Navia, hace quince días, cuando los jugadores tuvieron que ducharse con agua fría tras un duro partido en un césped blando.

Cervero asumió todas las consecuencias del cambio de sede ante el Marino en el derbi. «Como director deportivo del club tengo que decir que no volveremos a jugar en el Suárez Puerta sin agua caliente. Cuando el club solucione el problema volveremos a cambiar», aseguró. Y es que Cervero se mostró muy crítico con el club, es decir, con el máximo accionista, José María Tejero. «Llevamos dos meses con este rollo y ya está bien. Hubo tiempo suficiente para resolverlo, pero falta voluntad. De seguir así no descarto jugar en La Toba, pero tengo claro que no se jugará en el Suárez Puerta sin agua caliente», insistió.

La Federación Asturiana de Fútbol ya autorizó el cambio, que había sido advertido la pasada semana. «Los deberes están hechos. El presidente es conocedor de esta decisión desde hace dos semanas, hablamos con la Fundación Municipal de Deportes y todo el mundo está advertido», comentó Cervero.

El Avilés fue sancionado por la Federación por no tener agua caliente ante el Navia, un partido en el que también tardó en pagar al árbitro, por lo que fue advertido.