Gijón, J. J.

«Peregrinos del Himalaya», así decidió titular su documental el alpinista gijonés Nacho Orviz, protagonista ayer de la Semana internacional de montaña de Gijón.

En este documental Orviz explica los pormenores de la expedición en la que Edurne Pasabán buscaba convertirse en la primera mujer en ascender a las 14 montañas de más de 8.000 metros existentes en el planeta. El gijonés formó parte de su equipo de apoyo y acabó convirtiéndose en el cámara de la ascensión tras la lesión del profesional del equipo del programa de TVE «Al filo de lo imposible».

«El nombre se lo puse porque durante 90 días estuvimos de un lado para otro, aclimatándonos y preparando campamentos, subiendo y bajando, fue un auténtico peregrinaje», indica Nacho. A pesar de que la expedición tenía la presión de ayudar a Edurne en su objetivo, el gijonés aseguró que personalmente se mantuvo al margen, «yo siempre entendí que no era mi guerra, siempre trabajo muy a gusto con Edurne, pero no quise entrar en esa presión, como creo que tampoco la mayor parte del equipo, e incluso así se lo tratamos de hacer ver a Pasabán, porque no era bueno para lograr el objetivo».

Según Orviz, «para el montañismo la polémica que se montó con la coreana Oh Eun Sun a propósito de quién es la primera mujer en ascender los 14 ocho miles es algo bastante malo». La coreana tenía sobre sí una gran presión, «su expedición tenía más de 100 tiendas en el campamento base, incluido un equipo de televisión que hacía programas en directo», recuerda Orviz. En el documental también se reflejan las dificultades propias de la escalada del Annapurna, «de una montaña que técnicamente no es de las más complicadas pero sí es la más peligrosa, la que menos veces se ha escalado y donde más accidentes se producen». Sin embargo, la expedición encabezada por Pasabán tuvo suerte y se encontró con unas buenas condiciones meteorológicas, «tal vez influyó positivamente que llegamos a la montaña muy pronto y estaba en un estado muy invernal pero con el terreno y el hielo muy sólido».

Cumplido el objetivo de que Edurne ascendiera a las dos últimas cimas que le faltaban, Annapurna y Shisha Pangma, Nacho Orviz y la propia Pasabán ya preparan su proyecto para el 2011, ascender al Everest sin oxígeno, e incluso ya tienen fecha de salida hacia el Nepal, será el 4 de abril. De conseguirlo, el gijonés sumaría un nuevo ocho mil a su palmares, en el que ya figuran seis: Gasherbrum II, Makalu, Nanga Parbat, Dhaulagiri, Annapurna y Shisha Pangma, el primero fue en 1997, y los dos últimos, este mismo año.