Gijón, J. E. CIMA

Rubén Suárez (Gijón, 1979) va a cumplir mañana uno de sus sueños de niño: jugar un partido de Primera en El Molinón, aunque lo hará con la camiseta del Levante, tras marcharse del Sporting en 2004 al Elche. El hijo de Cundi manifiesta a LA NUEVA ESPAÑA que «mentiría si digo que esta semana y este partido es como otros. Se trata de algo especial y estoy más nervioso. Volver a El Molinón y con los dos equipos en Primera, donde merecen estar ambos clubes muchos años, es algo muy bonito. Llego en mi mejor momento deportivo e intentaré que gane mi equipo y luego le deseo lo mejor al club donde me formé y brilló también mi padre».

Hace dos días estuvo con vómitos y diarreas pero se encuentra ya recuperado. «No me pierdo este partido por nada del mundo. En aquella temporada de Marcelino me quedé con la espina clavada de no lograr el ascenso con el Sporting, pero ahora lo logré con el Levante cuando nadie daba un duro. Llevó aquí en Valencia tres temporadas muy buenas y con una afición que nos apoya mucho y que me recuerda a la del Sporting», explica.

El Sporting está en puestos de descenso y peligra la cabeza del técnico. Rubén señala que «verlo abajo me parece raro y no me lo esperaba. Creo que quitando al Madrid y Barça, también algo el Villarreal, los demás equipos están igualados y cualquiera puede ganar o caer en la tabla. Pero queda mucha Liga y espero lo mejor para el Sporting y la afición le apoyará mucho. No quiero ser juez de Preciado y menos de Manolo porque es un gran entrenador que hizo mucho por ese equipo. Ahora es cuando tienen que apoyarle todos».

Del actual Sporting, el hijo de Cundi piensa que tiene peligro en su campo porque «cuenta con gente rápida que juega muy bien a la contra. Pienso que querrán marcar pronto para tener el partido de cara. Nosotros sabemos defendernos bien, somos un equipo bien trabajado; sabemos a qué jugamos, que es tener mucho ya ganado. Va a ser, de todas formas, un partido duro porque los puntos son muy importantes para ambos. De ganar el Levante se asentaría en una zona tranquila y de ser el Sporting no quedaría descolgado».

De sus mejores momentos, Rubén destaca «el debut en Primera y marcar ante el Sevilla. Y el gran partido ante el Atlético de Madrid. Lo peor fue perder los cuatro primeros encuentros, pero estamos acostumbrados a sufrir y supimos recuperarnos».

Habla a diario con su padre, quien desde su experiencia le dice «que juegue tranquilo en El Molinón para que no me merme el ambiente. Ya no soy un crío y sé que la afición del Sporting es ejemplar porque apoya mucho al equipo y aprieta también al árbitro y al rival». Ya se enfrentó a los grandes equipos y a las estrellas. Rubén tiene claro que «hay mucha calidad en Primera y destaco la fuerza física del Madrid. Y a nivel individual me impresionó Cazorla por la calidad que atesora. Merece estar en un grande. Es un jugador increíble».