La experiencia dice que la ratificación de un entrenador es el paso previo a su destitución. Manuel Preciado ha recibido en las últimas dos semanas más mensajes de apoyo que nunca desde todas las instancias del club. Director deportivo, consejo de administración y máximo accionista han reiterado su confianza en el técnico de Astillero. La realidad es que el Sporting quiere tener preparada una alternativa por si Preciado no es capaz de hacer reaccionar al equipo y, en los últimos días, han empezado los movimientos en el mercado de entrenadores.

Representantes del club se han puesto en contacto con Eugenio Botas, agente del entrenador asturiano Marcelino García Toral, para conocer la disposición del técnico de Careñes ante una posible oferta para dirigir al Sporting. También se han establecido contactos con el actual entrenador del Barcelona B Luis Enrique.

La primera opción es la de Marcelino García, con el que aún no se ha puesto en contacto de forma directa ningún representante del club. Ni siquiera el director general Alfredo García Amado, con el que le une una gran amistad personal.

La decisión sobre Preciado aún no está tomada, pero un mal resultado en La Coruña podría precipitar los acontecimientos. Al consejo de administración la preocupa que el Sporting quede descolgado en la clasificación y que pierda contacto con los equipos que marcan la permanencia y no quieren demorar una decisión que podrían acabar tomando demasiado tarde.

Marcelino García Toral lleva en paro desde que el Zaragoza lo destituyó en el pasado mes de enero. Desde entonces ha estado en la agenda de multitud de equipos y ha mantenido alguna negociación con varios clubes, con los que no terminó de alcanzar un acuerdo. El último fue el Almería, un rival directo del Sporting en la lucha por conseguir la permanencia. También suena con fuerza como alternativa a Gregorio Manzano en el Sevilla, pero el empate ante el Borussia Dortmunt, que permitió a los hispalenses superar la ronda en la Liga Europa salvó la cabeza del entrenador jiennense.

A favor del entrenador de Careñes juega también el enorme conocimiento del club y de la plantilla que ya tiene. Marcelino cuenta con la confianza del capitán Rafael Sastre y de Mate Bilic, dos jugadores con mucho ascendente dentro del vestuario.

Por su parte, Luis Enrique es uno de los entrenadores de moda en Segunda División gracias a los buenos resultados y al fútbol de alta escuela que desarrolla el filial azulgrana.

Ambos entrenadores serían muy bien recibidos entre la afición del Sporting, ya que siempre han mostrado su amor por el club en el que se formaron como futbolistas. Marcelino incluso creció como entrenador profesional en Mareo y siempre tuvo la espina de no haber logrado consumar el ascenso.