Mieres del Camino,

Andrés VELASCO

Se dice que los niños vienen con un pan bajo el brazo, pero Adriana Peláez, que el próximo día 24, festividad de Nochebuena, cumplirá un mes de vida, ha venido con un carné de socia del Caudal Deportivo de Mieres. Su padre, el delantero caudalista Héctor Peláez, uno de los jugadores más queridos por la afición mierense, la inscribió como abonada a los pocos días de nacer, convirtiéndose así en la socia más joven del club mierense.

El risueño progenitor explica que quiso tener este gesto «tanto con los compañeros, como con el club y la afición», ya que según confiesa «todos han estado muy pendientes de mi paternidad, se han volcado y preocupado conmigo, y eso es de agradecer». Por ello, Peláez quiso que Adriana formara parte casi desde su nacimiento de la familia caudalista.

El delantero del Caudal está encantado con su retoño que, por cierto, no le está quitando demasiadas horas de sueño: «Quizá los primeros días era un poco más rebelde, pero ahora ya duerme bien y no es nada llorona». Además, parece que el nacimiento de Adriana ha sido talismán para el equipo, ya que desde que la pequeña nació, los mierenses no han perdido ningún partido.

El delantero, que se perderá el partido del domingo en Lezama por acumulación de tarjetas, está como loco por anotar un tanto que dedicar a la pequeña. «Más ganas que yo no tiene nadie, y espero que pronto pueda anotar para ofrecerle el gol a mi hija, y también a todos los que me han apoyado». En el partido del miércoles ante La Muela, Peláez tendrá su primera ocasión.