Avilés, A. F.

El Avilés celebró ayer el último entrenamiento del año en La Toba con una suave sesión física y ejercicios de recuperación. Goyo y Serrano se entrenaron al margen del grupo y Dani Granda tenía permiso de Muñiz para viajar a Málaga.

El capitán, Goyo, fue baja de última hora en el partido del domingo por una sobrecarga en los isquiotibiales y por problemas en una rodilla y solo hizo abdominales y lumbares. Y el centrocampista Serrano, que tiene una pequeña lesión en una vértebra, empezó a trotar. El jugador está siguiendo un plan para aumentar el trabajo progresivamente y su intención es integrarse en el grupo a finales de año, y estar listo para los primeros partidos de enero.

El entrenamiento se prolongó durante hora y media, ya que la plantilla estaba invitada a una cena de despedida de año por el restaurante avilesino La Chalana. Una cena de confraternización que, según Muñiz, es importante para hacer grupo. «La gente está triste porque un error nuestro nos impidió ganar, pero la única solución es seguir trabajando», concluyó el técnico blanquiazul.