Oviedo

Después de veinte años consecutivos en la máxima categoría, el Deportivo de La Coruña bajó a Segunda División. El club, que el pasado día 19 celebró el decimoprimer aniversario de su único título de Liga, pasó ayer por el amargo trance de un descenso que dejó a Riazor helado, como en aquella tarde de 1994 en la que el Valencia impidió al Superdépor ganar la Liga al arrancar un empate a cero que le dio el título al Barcelona de Cruyff.

Ayer, el Valencia volvió a ejercer de demonio para el deportivismo. Mientras en los demás campos se cumplían más o menos las previsiones y todos los implicados hacían los deberes, un gol tempranero de Adúriz desató los nervios en el estadio coruñés. A partir de ese momento, el Deportivo se dio de bruces con su gran rémora de esta temporada, la falta de gol, ya que es de largo el equipo menos realizador: 31 en 38 partidos.

En el Dépor militan cuatro jugadores asturianos: Adrián, Pablo Álvarez, Manu y Saúl.