Oviedo, Nacho AZPARREN

Verle salir de los vestuarios del Requexón resulta una escena algo curiosa. Con paso lento y tranquilo, una inocente sonrisa sirve de despedida a todo aquel que se cruza en su camino. Su castellano no le da para mucho más. Es Lucien Fridolin Owona-Ndong (Douala, Camerún, 1990). Lleva desde finales de enero entrenándose en el Requexón aunque no haya llegado a debutar con el Vetusta por problemas burocráticos. La próxima temporada jugará con el primer equipo.

El club ya trabaja para arreglar su situación. Es una de las fijaciones de Pacheta y el año que viene se ejercitará a sus órdenes. «Es sub- 23 y puede jugar con el Vetusta si no tiene continuidad, pero en principio Owona estará con el primer equipo», confirma José Manuel Martínez.

El caso de Lucien Owona en el Oviedo tiene miga. Llegó en el mercado invernal tras salir del París Saint Germain. Los franceses intentaron que el zaguero continuara ligado al club hasta el último momento, pero Owona quería probar suerte en España. El Oviedo se adelantó al Deportivo de la Coruña en su contratación y pensó en el filial como banco de pruebas. Los problemas relativos a su transfer evitaron que debutara con el conjunto de Toño Velázquez, pero el camerunés empezó a dejar su sello en los entrenamientos del primer equipo.

«Es duro, un jugador de contacto. Como los defensas de antes», explica José Manuel Martínez. Al director deportivo no le falta razón. En su partidillo de debut contra el primer equipo le tuvieron que sugerir que bajara la intensidad. Las castigadas piernas de Perona pedían auxilio. «Va de verdad a todos los balones, pero de una forma noble. Es un tipo honrado», aclara Boni, preparador físico del Vetusta.

El gran aliado del defensa salta a la vista. Su planta sugiere un futbolista de unas condiciones espectaculares. «Por su morfología se asemeja a un fondista. Como los keniatas que corren el 10.000», explica Boni. «Aunque no lo parezca a simple vista es rápido. Muy rápido», añade el preparador físico. José Manuel secunda esta opinión: «Además de su velocidad, destacaría su juego aéreo y que no desentona técnicamente. Sólo con mirar su procedencia te das cuenta de que estamos ante un jugador de nivel».

Sus antecedentes señalan directamente al París Saint Germain, academia futbolística francesa de grandes talentos llegados desde África. Allí aterrizó Owona en junio de 2009 tras despuntar en el Les Astres, club representativo de su Douala natal. El club parisino se había adelantado al Lille y al Olympique de Marsella en su contratación.

A pesar de su reciente inactividad, Owona sigue gozando de gran cartel en su país. La última muestra llegó esta semana con su convocatoria para los Juegos de África que se disputan este verano. Antes, el zaguero había sido internacional sub-15, sub-17 y sub-20.

Su hoja de servicios apunta a un proyecto de gran futbolista. El club ya está trabajando para limar los detalles burocráticos que evitaron que pudiera sumar minutos con el Vetusta. Pero los documentos legales no son su único rival.

Su gran enemigo hasta la fecha ha sido el idioma, lo que no ha evitado ganarse a sus compañeros del Vetusta. «Se ha integrado perfectamente. En el vestuario todos le han cogido cariño. Moi y Chema le han servido de traductores con el resto. Fuera del campo es un chaval pausado, tranquilo», comenta Boni. Su aportación al lenguaje de Cervantes se limita a pronunciar el nombre de sus compañeros al pedir la pelota. Las indicaciones que se le dan suelen ir acompañadas de un pulgar levantado en señal de aprobación. Ese gesto y el universal «OK».

El siguiente paso en la labor de formación del futbolista de 20 años tiene que ver con la agresividad que muestra en el terreno de juego. «Tendrá que aprender a dominar su ímpetu. Es la única duda que tenemos con él. El resto de condiciones hablan de un gran futbolista», señala José Manuel. «Hay que ver cómo se desenvuelve en Segunda B, pero procede de Francia, donde ya ha competido a un nivel alto. Se nota en cada entrenamiento», asegura Boni.

Por el Requexón ya hay quien le ha rebautizado como «Luisín». Su presencia en los campos de entrenamiento del Oviedo no ha pasado desapercibida. Tampoco para Pacheta, que apostará por su presencia en el primer equipo. La propuesta de los técnicos basada en una plantilla más corta desvía la mirada hacia al filial. Lucien Owona es el primer ejemplo de la nueva estrategia. No debería ser el último.