Los cumpleaños se suelen celebrar con la familia y los amigos. Y palabras como familia, amigos e ilusión, entre otras, salieron a relucir durante la gala del 25.º aniversario de la creación del Recta Final, club nacido en Luarca en 1986 y que es el banderín de enganche al deporte de muchos niños del occidente asturiano.

Si el Recta Final es una familia, los padres que lo parieron, Luis García, «Paredano», y Manoli, han tenido desde mediados de los ochenta cuatro hijas o secciones: la primogénita, la que suena más en el deporte asturiano: el atletismo; la de gimnasia rítmica, ya todo un referente en el Principado en esta sacrificada modalidad olímpica, y las de bádminton y tenis de mesa, deportes que han calado en el Occidente gracias a la labor de Paredano, profesor de Educación Física en la capital valdesana.

Más de 120 deportistas integran en la actualidad el Recta Final, que evidentemente no se quisieron perder la cita y que estuvieron acompañados, cómo no, de la familia, porque sin su colaboración el Recta Final no existiría, como puntualizaron sus directivos, y de los amigos. Amigos como los ayuntamientos de Valdés y Navia, o José Luis García, responsable de Cafés Toscaf, patrocinador de la sección de atletismo, que recibió la insignia de oro del club de la camiseta roja, blanca y azul, y al que se debe, gracias a su aportación, como recordó el directivo Nayo Villanueva, que resucitase un equipo que atravesaba en 2004 por dificultades económicas.

Nayo Villanueva también recibió la máxima distinción del equipo, lo que constituyó una de las sorpresas de la tarde y que, junto a Ángel, Conde y los primigenios Paredano, es la cabeza pensante de un club que ha conseguido entre otros logros ganar una maratón nacional por relevos como la «Ekiden», alumbrar un campeón de España junior de 1.500 metros como Pelayo Celaya o de veteranos como Pancho Suárez en lanzamiento de peso, amén de contar con una pléyade de campeones de Asturias en las modalidades de gimnasia rítmica o atletismo en diferentes categorías y grupos de edad, o un ascenso a la Primera División de tenis de mesa, un hito al que han tenido que renunciar por la imposibilidad de hacerse cargo de los desplazamientos.

Y es que la lejanía al centro de la región asturiana de Luarca ha sido uno de los grandes handicaps que ha tenido que salvar el Recta Final. «Cuando se celebraban las finales de los Juegos Escolares teníamos que ir a dormir el día anterior al Seminario de Oviedo», recuerda Paredano. El presidente agradeció la colaboración de los centros educativos del Occidente, de donde ha salido buena parte de la cantera de las «hormigas rojas», en buena medida gracias a la labor incansable de sus entrenadores y entrenadoras, que en el caso de la sección de rítmica fueron especialmente aplaudidas.

Un Recta Final a cuyo impulso se debe que surgiera el Campeonato de Asturias de maratón que acogió Luarca a finales de los ochenta, o la organización de una prueba de 20 kilómetros, embrión de las medias maratones actuales que tanto abundan. Y como en todo cumpleaños que se precie, la fiesta acabó con un abundante pincheo en el Colegio Ramón Muñoz.