Nueva York

Rafa Nadal solventó con autoridad su compromiso en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, tras superar al siempre incómodo jugador luxemburgués Gilles Muller por 7-6 (7-1), 6-1 y 6-2, tras poco más de dos horas de partido.

De esta forma, y con dos días de retraso (el partido se tenía que haber disputado el martes, pero debido a la lluvia se suspendió la jornada, y comenzó el miércoles, pero sólo se pudieron jugar tres juegos), el vigente campeón del torneo pudo saldar de forma favorable su partido ante un rival que sólo le opuso resistencia en el primer set.

Muller, que reanudaba el torneo con un 0-3 a favor, mantuvo la renta hasta el 1-4, pero un Nadal mucho más centrado y seguro de sus fuerzas logró llevar el partido al desempate y sentenciar allí con toda claridad (7-1).

Era el tercer desempate que Muller perdía ante Nadal este año (dos en el pasado Wimbledon) y lo acusó, pues ya no hubo más jugador en la pista que el balear, que hoy volverá a saltar para disputar su partido de cuartos ante el estadounidense Andy Roddick, que superaba por 6-3, 6-4, 3-6 y 6-3 a David Ferrer en otro partido arrastrado desde la jornada del martes.

El alicantino supo rehacerse en la tercera manga y parecía tenerlo todo a favor para llegar a la quinta y definitiva cuando estaba 2-3 a favor en la cuarta y 40-15 con el saque, pero el de Nebraska hilvanó cuatro puntos que le permitieron empatar el set y encadenar otros tres juegos seguidos, ante la desesperación del español.

Nadal y Roddick se han enfrentado en nueve ocasiones, con un balance de 6-3 favorable al balear; si bien ésta será la primera vez que se midan en la presente temporada.

En los otros encuentros disputados en la jornada matinal de ayer en Nueva York, el británico Andy Murray solventaba por la vía rápida su compromiso ante el estadounidense Donald Young (6-2, 6-3 y 6-3), mientras que el también local John Isner imponía la fortaleza de su saque y su solvencia en los desempates ante el francés Gilles Simon (7-6, 3-6, 7-6 y 7-6).