«Ya me gustaría volver a jugar con el Sporting. Con el enorme apoyo que tienen ahora de la afición debe de ser tremendo». No será por ganas, pero en la medida de lo posible, Juan Castaño, «Juanele», volverá a enfundarse la rojiblanca. Lo hará este domingo, en la grada de La Romareda, el campo que visitará el conjunto gijonés y desde el que conquistó las dos Copas del Rey que añaden brillo a su currículum deportivo. «¿Quién quiero que gane? Creo que ya está claro, ¿no?», apunta el internacional y ex futbolista del Sporting y el Zaragoza.

El Pichón de Roces traslada a sus palabras el mismo juego que le caracterizó sobre el campo: se ofrece, encara y con un regate inesperado acalla las dudas mientras piensa en otra genialidad. «El Zaragoza me dio todos mis títulos, pero mis mejores recuerdos deportivos los reparto entre Gijón y Tenerife», apunta para los que todavía no tienen claras sus preferencias.

Su cita con LA NUEVA ESPAÑA es en el campo donde debutó en Primera División y comenzó a labrar su carisma. Camina por los aledaños de El Molinón sin perder de vista cada una de las puertas de entrada al terreno de juego. No por intentar atisbar el graderío o el césped, sino por los números que hay serigrafiados en cada una de ellas. La primera parada es en la 7. «Es el número que más me gusta y el que lucí en mis primeros partidos con el Sporting». El paseo continúa hasta llegar a la 14. «Lo escogí cuando fiché por el Tenerife y también cuando me fui a Zaragoza. Fue por aquello de que era el de Cruyff, y ya sabes, él era de los buenos», aclara mientras esboza una amplia sonrisa.

El próximo compromiso liguero del Sporting le servirá para que, a sus 40 años, reviva experiencias de su época dorada con el balón. «Hace cinco o seis años que no voy a Zaragoza. Iré al partido y pasaré allí unos días. En el club todavía me quedan muchos amigos y ex compañeros. Esnaider y Garitano están entrenando en categorías inferiores, y Santi Aragón trabaja como ojeador», detalla.

La actual situación de los que fueron sus equipos es bien distinta de la que vivió en ambos como futbolista. Han pasado de estar en los puestos altos a pelear por la permanencia. «El mejor Sporting jugaba la UEFA, incluso llegamos a una semifinal de Copa. Daba gusto estar en aquella plantilla, porque casi todos éramos de la cantera. En Zaragoza, desde que se fue el presidente Alfonso Solans, han iniciado una grave crisis financiera de la que espero puedan salir pronto», asegura.

A la hora de profundizar en el actual rendimiento futbolístico de los dos conjuntos, Juanele ve a los rojiblancos con cierta ventaja. «Creo que hasta tienen mejor equipo que en años anteriores. Estoy seguro de que seguirán en Primera. Hay varios equipos peores que el Sporting». A la hora de realizar un análisis individual, desvela que «me encanta Nacho Cases. No sólo porque ve el fútbol como nadie, también porque supo salir de una situación complicada y peleó por estar en el primer equipo».

Nacho Cases viene a relevar a Diego Castro, el jugador al que vio más próximo a su estilo vistiendo la camiseta del Sporting, en su olimpo rojiblanco; pero entre sus debilidades figura el nombre de otro futbolista. Aquel del que fue mecenas en Zaragoza, David Villa. «Nunca pensé que iba a llegar tan lejos. Recuerdo que se sentó junto a mí el primer día que llegó al vestuario. No perdía detalle. Está entre los grandes porque es el más listo de todos», destaca. Juanele se despide encarando otro reto, el de situarse en el actual esquema de Preciado. «Me pondría en la mediapunta, pero sin defender tanto. Eso, para los que no saben», concluye todo un genio y figura de la historia del Sporting.