Casi treinta años después, un lateral ha vuelto a ser distinguido como el mejor jugador de la temporada pasada. Alberto Lora toma así el relevo de José Antonio Redondo (que lo ganó en 1982) y de Cundi (1981). Manolo Jiménez lo ganó en dos ocasiones, pero aunque podía jugar pegado a la banda su posición más frecuente era la de central.

Lora, un centrocampista reconvertido, ha devuelto el galardón al lateral y lo ha hecho con la brillantez de haber conseguido la mayor ventaja en la historia de las votaciones. El ganador del «Molinón de plata» se escoge por la votación de todas las peñas que se encuentran federadas, que entregan puntos a los dos mejores jugadores del año. Alberto Lora sumó 846 votos, por los 586 de su tocayo Rivera (ganador de la edición anterior) y los 391 de José Ángel. La de Lora fue la victoria más aplastante de la historia de un trofeo que siempre ha sido muy valorado por los futbolistas rojiblancos.

La nómina de futbolistas que lo guardan en su vitrina incluye a varios de los jugadores más representativos de la historia del club, aunque también hay alguna ausencia notable. A pesar de que la alegría del fútbol son los goles, es un trofeo que siempre se les ha dado bien a los porteros. Los seis que ganó Ablanedo son una buena prueba.