Lugones, J. I. CASTAÑON

El circuito de La Acebera (Lugones), un escenario inédito, sirvió con su espectacularidad para despertar el aletargado cross regional con un resultado sorprendente: Triunfo del Oviedo masculino, sin ninguno de sus componentes entre los tres primeros -honor que correspondió a los estudiantiles- y victoria del Universidad femenino, que repitió el título del pasado año y ello pese a la ausencia en sus filas de atletas como Alba García o Verónica Pérez. Partiendo de la premisa de que el atletismo es un deporte individual que se disputa en ocasiones por equipos, el Universidad masculino salió con la conciencia bien tranquila sabedor de que el resultado fue un accidente; como salió el Oviedo femenino de Lugones sabiéndose mejor que las chicas que visten de verde. Y es que lo curioso de este Campeonato es que las ausencias justificadas pesaron mucho más que la presencias. Si de individualidades hablamos el Campeonato constituyó un aviso a navegantes de la buena forma que se gastan a estas altura de temporada atletas como Marcos Peón (Universidad) y Maica Rodríguez (Universidad), vencedores de la prueba de 4.300, generosamente medidos por el Atlético Lugones de un circuito con sabor a clásico.

La Acebera distó mucho de ser esa área recreativa en que la prototípica familia toma su comida mientras disfruta del paisaje, esta vez la naturaleza en forma de cuestas no tenía nada de idílica sino de hostil. Y allí Maica Rodríguez una atleta que ha vivido la cara más amarga de la vida con una trombosis que le alejo de las pistas hace dos temporadas hizo sonreír a más de uno con su exhibición. Lo cierto es que el resultado sería diametralmente distinto si hubiera tomado la salida la aragonesa Marta Silvestre, corredora del Oviedo que está seleccionada para el Europeo y al que las normas de la Federación impedían participar (en la misma tesitura estaban Carlos Alonso, Aitor Fernández y el corredor castellano del Universidad Roberto Alaiz), puesto que suponiendo que Silvestre hubiese vencido podríamos hablar de una victoria del equipo naranja. No fue así y el Oviedo hubo de doblar la rodilla. Y en estas se disputó la prueba masculina. Todo parecía atado y bien atado. Y cualquier espectador se hubiera quedado con la copla viendo a tres atletas de un mismo club (Peón, Bayón, Alonso) cruzar la línea meta que en este caso el Universidad había ganado el Campeonato, pero la lesión a última hora de Julio César Álvarez unido a la ausencia de los internacionales sub-23 Carlos Alonso y Roberto Alaiz concedió la inesperada victoria del Oviedo. Y es que conviene recordar que en el cross puntúan cuatro atletas de un equipo de al menos 6 corredores. El Oviedo se comportó como un equipo sino espectacular sí regular y en el que Juan Luis Lopo inclinó definitivamente la balanza. Tercero era un sólido Piloña.

Marcos Peón se erigió en protagonista de la carrera. Su estancia en Kenia le concedió el punto de forma necesario para doblegar a sus compañeros Bayón y Alonso Bendito. Un Peón que ayer en el tablero de Lugones corrió la misma suerte que sus compañeros: reyes sin corona.