Madrid, Agencias

El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, señaló al final del partido: «Creí que nos iba a costar más», en referencia a la victoria en el Santiago Bernabeu. El técnico azulgrana reconoció que se preocupó cuando el Madrid se adelantó tan rápido, pero «supimos coger el control del partido».

Guardiola también advirtió de que «ni mucho menos hemos ganado la Liga. Parece que hay interés en hacer a un equipo campeón en diciembre, pero queda mucho».

José Mourinho aseguró: «En principio, Messi debió ser expulsado, pero no quiero ser injusto y prefiero ver la jugada en televisión».

Según el entrenador del Madrid la mayor diferencia entre los dos equipos estuvo «en la suerte en las ocasiones importantes», momento a partir del cual empezó a hacer un relato de las oportunidades perdidas por su equipo desde su punto de vista.

El presidente del Madrid, Florentino Pérez, y el del Barcelona, Sandro Rosell, fueron de lo más prudente antes del encuentro y justo antes de que se reuniesen para comer, una comida en un hotel de lujo de Madrid, a la que asistieron 22 representantes del Madrid y 27 del Barcelona.

«A estas alturas de la competición, pase lo que pase nada es definitivo. Lo que es seguro es que va a ser muy importante para la Liga española y para nuestros dos equipos. Vamos a dejar buena imagen», afirmaba el dirigente madridista.

«El que gane va a ganar tres puntos pero tampoco va a significar nada para el desenlace final. Queda muchísima Liga, muchísimos puntos. Ni se acaba la Liga, ni se acaba el mundo. Seguramente a la vuelta en Barcelona volveremos a decir que es el partido del siglo», dijo Rosell.

Cuestionados sobre la relación entre ambos clubes, aseguraron que no existe problema alguno, y que a día de hoy son buenas descartando secuelas de los partidos que midieron el año pasado a las dos entidades.

«Aquí comparecemos siempre porque viene siendo una tradición y yo estoy encantado. Puedo decir que nunca he tenido ninguna discusión ni ninguna discrepancia con el presidente Rosell. Tengo muy buena relación. A mí me gusta que de este espectáculo participemos tanto el Barcelona como el Madrid y demos un ejemplo al mundo entero de seguir dando esta rivalidad sana», explicó Florentino Pérez.

«Agua pasada no mueve molinos. No hay discrepancias, sólo rivalidad sana, buena, y que siga muchísimos años. Considero a Florentino Pérez un gran presidente y una gran persona. Con una gran persona y un gran presidente no puedes tener una mala relación», añadió el barcelonista.

Uno de los que no se perdieron el partido fue el tenista Rafael Nadal, declarado seguidor madridista, así como el seleccionador alemán, Löw.