Oviedo, Nacho AZPARREN

El desgaste en grandes superproducciones no altera el caché de Beckham. Como estrella del mundo futbolístico con virtudes más allá de los terrenos de juego, el inglés sigue cotizando en los mercados. El París Saint Germain (PSG) ha sido el último en sumarse a su extenso currículo. Los franceses pagarán a Beckham 800.000 euros en cada uno de los 18 meses que juegue en París tras completar su fichaje desde los Ángeles Galaxy. El sueldo es un 60 por ciento más alto que el del futbolista mejor pagado hasta ahora: Gourcuff, del Olympique de Lyon.

La conciencia de los ciudadanos franceses no opina lo mismo que los dirigentes del PSG y las protestas en diversas redes sociales no se han hecho esperar. El componente económico del traspaso encierra la clave. El centrocampista inglés podría dejar unos 5.5 millones de euros en suelo francés en concepto de impuestos y 3,3 más de IVA respecto a las operaciones de merchandising sobre sus productos.

El equipo parisino, propiedad en un 70 por ciento de Qatar Sports Investments -organismo de inversión del gobierno qatarí- desde hace seis meses, se ha fijado en el ejemplo del Madrid para completar una operación similar. A sus 36 años, las prestaciones futbolísticas de Beckham pasarán a un segundo plano respecto a su impacto mediático. Las estimaciones hablan de que el inglés podría provocar la venta de entre 50.000 y 100.000 camisetas del París Saint Germain si finalmente firma por el conjunto francés. El total de ingresos vinculados a su imagen podría ascender ahora hasta los 17 millones de euros.

«Me gusta como futbolista, pero el fichaje no será por razones deportivas. Ya tiene una edad y no está en condiciones de jugar todos los partidos», comentó Michel Platini, presidente de la UEFA y símbolo del fútbol francés, en plenas negociaciones.

Madrid aparece como referente obligado de los directivos parisinos. Se calcula que a su paso por la capital de España, Beckham dejó 440 millones de euros en las arcas blancas por venta de camisetas y otros productos, seis veces más que el presupuesto del PSG la última campaña.

También parece superado el último gran trámite: el visto bueno de su exigente esposa. Victoria Beckham ya ha visitado un palacete en la selecta avenida parisina Montaigne para destinarlo a su actividad estilista.