El Málaga afronta con el respaldo de su afición un reto histórico: acceder por primera vez desde su fundación a los cuartos de final de la Copa del Rey y tumbar al vigente campeón, el Real Madrid de José Mourinho, que llega con una mínima ventaja tras el 3-2 logrado en el Bernabeu.

Un Madrid que llega reforzado en su moral tras dar un paso importante hacia su principal objetivo de la temporada, la Liga, en la que tiene cinco puntos más que el Barcelona, pero consciente de que los triunfos ante Málaga (3-2) y Granada (5-1) no ocultan un bajón en el nivel de juego.

Quizá por eso Mourinho aseguraba ayer que saldrá «con todo» en busca de unos cuartos de final coperos que pueden deparar dos nuevos clásicos con el Barça. Y en ese «con todo» incluye la posibilidad de recuperar al francés Benzema, el delantero más en forma de su equipo, que se retiró tras marcar un doblete al Granada con un fuerte golpe en un sóleo, si bien lo más probable es que de salida sea Higuaín quien juegue en punta.

Mourinho recupera en defensa a dos jugadores importantes como Arbeloa y Pepe, en tanto la ausencia del lesionado Di María puede llevar al portugués a apostar por un «triángulo de presión muy alta» con Lass, Khedira y Xabi Alonso. También aprovechó Mourinho para defender a Cristiano Ronaldo por no celebrar su gol al Granada. «Celebró los primeros, que eran los importantes. Además, si criticáis por no celebrar un gol, criticadme a mí que no celebré ninguno».

En el Málaga siguen siendo baja los lesionados Baptista y Joaquín, por lo que Pelegrini podría repetir el equipo del Bernabeu.