Un año después de aquella valiente apuesta por Nacho Cases y de la llegada de André Castro, Manuel Preciado tiene preparada otra revolución de enero. La de la temporada pasada atacó directamente a la sala de máquinas del Sporting. Dos jóvenes como Nacho Cases y André Castro revitalizaron el juego del equipo con su frescura y con su talento. Para descargarlos en parte de las arduas tareas defensivas, Preciado modificó su sistema de cabecera, colocó a Eguren como ancla y dio paso al trivote. Hoy el técnico prepara otro golpe de efecto que apunta directamente a la retaguardia. La gran novedad puede ser Alejandro Gálvez, debutante con nota en Copa, quien apunta a titular junto a Gregory en la defensa. Por delante vuelve el trivote, con Eguren barriéndolo todo, y queda la incógnita de Nacho Cases, de cuyo talento el Sporting no puede prescindir por segunda semana consecutiva. Arriba, Nacho Novo vuelve a la derecha.

En toda revuelta hay siempre daños colaterales. En el Sporting son Iván Hernández y Trejo, dos futbolistas a los que Manuel Preciado parece señalar directamente, tras la mala imagen del equipo en el Benito Villamarín.

Tras la triste imagen del Sporting en Sevilla, durante toda la semana se ha esperado un gesto desde el banquillo. Han sido días de conjuras y reuniones, de charlas colectivas e individuales, se ha hablado mucho. Ayer mismo el equipo salió del vestuario quince minutos después de lo previsto. Habrá que esperar al domingo para ver si Preciado se atreve a ir tan lejos, como insinuó en el partidillo de ayer, en el que formó una alineación con Juan Pablo; Damián Suárez, Gregory, Gálvez, Canella; Eguren; Nacho Novo, Rivera o Nacho Cases, André Castro, De las Cuevas y Barral.

El de ayer fue un partidillo generoso en goles, en el que marcaron Barral (2), Bilic, Rivera y Botía en propia puerta. Ricardo participó con normalidad y también estuvieron los futbolistas del filial Raúl, Álex Menéndez, Pedro Orfila, Juan Muñiz, Guerrero y el propio Gálvez.