Avilés, Albina FERNÁNDEZ

El choque del domingo en el Hermanos Antuña (17.00 horas) será muy especial para dos jugadores del Avilés, dos ex caudalistas que guardan un buen recuerdo del club mierense, pero que ahora sólo piensan en blanquiazul. Uno, Miguel Suárez, vivirá el partido desde el campo, en la banda derecha. El otro, Salva, no podrá estar en el centro de la defensa por una lesión y es muy dudoso que vaya al campo. «No sé si iré a la grada o no. La gente está descontenta con mi marcha y no quiero generar ningún problema. Ya veremos, pero hay pocas posibilidades de que vaya».

El avilesino Miguel Suárez estuvo en el Caudal en dos etapas y reconoce que será un partido especial. «Allí pasé unos años muy buenos. Tengo excelentes amigos y un gran recuerdo del Caudal, pero todos sabemos que hay que aparcar esos sentimientos porque es un partido muy importante para nosotros».

El defensa espera un buen recibimiento tanto para él individualmente, porque, señala, «de allí marché bien, dije las cosas claras al acabar la temporada y creo que marché como un señor», como para el Avilés. «Vamos a tener bastante presión porque la afición del Caudal aprieta bastante, aunque con respeto porque no es la típica guerrillera». Los blanquiazules también estarán respaldados por su afición, y para Miguel Suárez su apoyo es básico. «Para nosotros es vital. Tener el apoyo que tenemos este año, tanto en casa como fuera, es importantísimo. Nos hace si cabe pelear más y sacar fuerzas de flaqueza en momentos complicados».

Miguel está deseando que llegue el domingo. «Es un partido de los que a mí más me gustan jugar y creo que tenemos muchísimas opciones de ganar jugando nuestro fútbol, teniendo muchísima paciencia y sin volvernos locos». También él considera que el choque no decidirá la Liga. «Nadie lo creemos. Nosotros estamos en una dinámica buenísima y no creo que el Caudal pueda repetir en la segunda vuelta lo que hizo en la primera», concluyó.

Salva estuvo parado desde que el 17 de noviembre se rompiera un dedo del pie derecho en un entrenamiento. Ya empezó a entrenar y esta semana hará un acondicionamiento físico general, pendiente de la evolución del dedo y de las rodillas, que sufrieron al tener que modificar la forma de caminar. Si no surgen problemas, la próxima semana empezará con balón.

El central de Soto del Barco sólo estuvo una temporada en el Caudal, pero dejó buenos recuerdos. «Allí me trataron muy bien. Tuve mala suerte con la lesión, pero hasta entonces estaba disfrutando. Había muy buen ambiente, buena gente, buena directiva y es una pena que hayamos descendido. Yo les deseo lo mejor a partir del domingo, que queden segundos, y ojalá que subamos los dos».

Salva entiende que lo importante para el Avilés es no perder. «Yo creo que a ellos también les está empezando a poder un poco la presión viendo que nos estamos acercando, que estamos haciendo buenos resultados y que jugamos bien».

La venta de entradas siguió a buen ritmo en Avilés y ayer ya eran unos cuatrocientos los aficionados blanquiazules que habían adquirido su localidad tras ampliar el Caudal el plazo. Los autobuses de las distintas peñas del Avilés también están ya con todas las plazas ocupadas de cara al viaje de mañana.