Gijón, Ángel CABRANES

La metodología empleada por Iñaki Tejada ha rescatado del recuerdo la etapa en el Sporting de Marcelino García Toral. Mate Bilic es uno de los mejores testigos para establecer puntos en común entre la forma de trabajar de ambos técnicos. El croata coincidió con el de Careñes y también ha experimentado en los últimos días el giro que pretende darle al equipo el preparador vasco. Entre ellos ve similitudes, como la de «actuar con las líneas juntas y darle mucha intensidad al juego». Sin embargo, advierte de que el nuevo entrenador de los gijoneses, más allá de las influencias, «tiene sus ideas, y las tiene muy claras. Lo importante es trasladarlas ahora al campo».

El cambio en el banquillo es valorado como una nueva oportunidad por algunos de los futbolistas que gozaban de menos minutos esta temporada. No es el caso de Mate Bilic, a quien la experiencia le otorga una mirada que va más allá de lo personal. «No es momento de pensar en uno mismo, es momento de pensar en el equipo para salir de esta situación», subraya. El rojiblanco lamenta la destitución de Preciado, al que considera «un amigo», pero da prioridad a fijar toda la atención en «apoyar a Tejada». «Aquí no se ha muerto nadie».

Los primeros entrenamientos con el técnico vizcaíno han servido para ver que algunos hábitos ya han pasado a la historia. La exigencia táctica se ha convertido en norma y el delantero croata lo resume en una simple frase: «Cuando atacamos por las bandas, el entrenador quiere que desde los delanteros hasta los medios estén en su sitio». Unas exigencias que parecen lógicas, pero que son apreciadas por los futbolistas como novedosas.

La llegada de Osasuna está a la vuelta de la esquina y el tiempo corre en contra del Sporting para imponer su nuevo modelo. La clasificación así lo indica. Ocupan el penúltimo puesto y están a tres puntos de salir de descenso. No hay lugar al respiro. «El rival es un equipo fuerte, con un centro del campo aguerrido. Nos espera una batalla importante, pero no tengo miedo. Tengo la total confianza de que vamos a ganar», asegura Bilic.

La urgencia de dejar los puntos en El Molinón llega en una semana en la que la comunión entre un sector de aficionados y el equipo se ha enrarecido. «Entiendo las críticas. Seguro que en los primeros cinco minutos del partido nos van a echar la bronca. Nos viene bien para espabilar», reconoce el croata. También comprende que todo este malestar se haya suscitado a raíz de una presunta salida nocturna de algunos futbolistas tras la derrota ante la Real Sociedad. «Los jugadores que lo han hecho están arrepentidos. Borrarán esta imagen trabajando duro. Espero que se cierre ya esta página», concluye.

La llegada de Adrián Colunga añade argumentos deportivos para salir de puestos de descenso. Mate Bilic recibe con los brazos abiertos la incorporación de un nuevo delantero. «Cuantos más buenos jugadores estén a disposición del entrenador mejor, pero aquí no dependemos de un futbolista», advierte.