El segundo día de Iñaki Tejada al frente del Sporting fue una confirmación de lo que se les viene encima a sus futbolistas. Son sesiones de alta tensión, en las que no cabe la relajación. El entrenador bilbaíno quiere a sus futbolistas muy metidos en cada entrenamiento. El tiempo es escaso y son muchos los conceptos a asimilar antes del domingo. Aunque ya anunció que no habrá revolución en cuanto a los nombres, Tejada espera conseguir que el equipo lleve ya su sello en el primer partido en que lo va a dirigir. Nunca se sabe de cuánto tiempo dispone. Si el resultado acompaña, el duelo ante el Osasuna puede ser el primero de muchos.

A pesar de las pintadas con las que amanecieron adornadas las paredes del muro exterior de Mareo, el de ayer fue un día mucho más tranquilo que el miércoles. Los aficionados que acudieron a la sesión lo hacían en silencio, comentando, sorprendidos, las evoluciones del nuevo entrenador rojiblanco.

Tal y como estaba previsto, Tejada prescindió del partidillo ante la premura de tiempo, pero se mantuvo fiel a su costumbre de acabar todos los entrenamientos jugando un pequeño partido. El técnico mezcló a sus futbolistas. Mientras los teóricos titulares jugaban con el nuevo 4-3-3 que quiere que utilice su equipo, el otro usaba el 4-2-3-1 habitual del Osasuna de Mendilibar. Así intenta reproducir situaciones reales que se pueden producir en el encuentro ante los navarros. Las correcciones de Tejada fueron continuas y en seguida se vio que el técnico tenía perfectamente analizado el juego del conjunto rojillo.

La campaña del «Día del acompañante» iniciada por el consejo de administración rojiblanco ha tenido una excelente acogida entre la masa social de la entidad. Los abonados pueden conseguir una segunda localidad para llevar un acompañante a unos precios reducidos que van desde los 10 a los 20 euros (las entradas para el resto de aficionados cuestan entre 30 y 50 euros) hasta mañana. Hasta el momento ya se han despachado más de setecientas localidades y los asientos están a punto de agotarse en algunos sectores del campo.

Los llamamientos a la unión y al apoyo al equipo llegan desde todos los estamentos. Al tiempo que se pide un margen de confianza para Iñaki Tejada, quien ha causado una grata sensación a quienes han seguido sus primeros entrenamientos al frente del equipo.

Por segunda jornada consecutiva, el máximo accionista rojiblanco José Fernández pasó por las oficinas del club en la tarde de ayer. Son momentos muy delicados para el futuro de la entidad y el propietario del equipo quiere estar al tanto de todo lo que sucede.

En principio, no parece que vaya a haber más movimientos. El consejo de administración está decidido a darle un margen de confianza a Tejada, lo que no impide que vayan prestando atención a los distintos ofrecimientos que les llegan. Tras el impacto de los primeros días, también esto se ha calmado.

De las pancartas a las pintadas

La afición sigue revuelta por una supuesta salida nocturna de varios futbolistas rojiblancos al regreso de San Sebastián, donde habían sido goleados por la Real Sociedad. Ayer, tanto en Mareo como en El Molinón, aparecieron pintadas que fueron borradas por operarios rápidamente, como se ve en la imagen. «Iñaki dales caña» y «Menos fomento y más rendimiento» eran los lemas.

Nuevas líneas en el campo número 2

Iñaki Tejada es uno de esos entrenadores a los que les gusta controlar cada detalle que afecta al equipo. Ayer, por indicación suya, el campo número 2 amaneció con unas nuevas líneas pintadas de amarillo que prolongaban los bordes laterales del área. En seguida se vio cuál era el objetivo de estas nuevas referencias. Tejada achicó el campo como parte de un ejercicio defensivo, la idea era agrupar al equipo para facilitar la recuperación de balón. Una vez en posesión de la pelota, el espacio comprendido entre la línea amarilla y la banda debía quedar despejado para las incorporaciones de los laterales, que, ante la falta de extremos, están llamados a jugar un papel determinante en ataque.