El Unicaja, después del grave tropiezo ante el Montepaschi Siena, se queda, a falta de tres jornadas para que concluya el top-16, prácticamente sin opciones de clasificarse, y mostró sus carencias y la falta de fondo físico frente a un conjunto italiano intratable y excelente.

El equipo malagueño se jugaba sus últimas opciones de continuar con posibilidades de clasificarse para la siguiente fase y salió muy fuerte 7-0, minuto 2, ante un equipo italiano descentrado, que quizás no se esperaba el arranque de su contrario, aunque a medida que se fue asentando protagonizó una gran remontada 9-17, minuto 7, con un parcial de 2-17.

El base estadounidense Bo McCalebb, junto con su compatriota el alero Bootsy Thornton y el pívot danés David Andersen, mostraron su poderío en la dirección, en el lanzamiento y dentro de ambas zonas, dejando al Unicaja que cometiera numerosos errores tanto en ataque como en defensa.

Las distancias las mantenía el Montepaschi Siena, mostrando un juego veloz, con escasos errores y con un gran acierto en el tiro, donde sobresalía el pívot Ksistof Lavrinovic, que con sus triples noqueaba al Unicaja 28-41, minuto 16. El conjunto cajista no podía con la defensa de su rival y tenía escasas versiones en ataque con numerosos fallos en el tiro libre.

El partido lo tenía controlado y en su poder el equipo italiano. Apenas sufría, a pesar de algún momento complicado, en el que el Unicaja intentó remontar, más con el corazón que con la cabeza y con continuos errores en la zona del rival y excesivos balones perdidos 57-71, minuto 30.

El encuentro entró en su recta final en una situación muy complicada para el Unicaja, que se vio incapaz, a pesar de cambiar la defensa, de intimidar al Montepaschi Siena, un equipo que mostró su potencial y que tiene muchas posibilidades de disputar la final a cuatro de Estambul (Turquía).