Oviedo, N. A.

Hablar de Lugo y Oviedo lleva irremediablemente a hacer referencia a sus técnicos. Pocos equipos en la categoría tienen la impronta de sus entrenadores tan marcada como Lugo y Oviedo. Los dos técnicos optan, además, por métodos bien distintos.

Para Quique Setién, todo gira en torno al balón. La posesión se convierte en la forma de expresarse en el campo de un equipo que no contempla en su ideario la posibilidad de desplazar en largo. Todo lo contrario que en el lado azul. Desde que Pacheta llegara a Oviedo hace casi un año, el técnico tuvo claro que había que evitar riesgos. Iniciar la construcción del juego en corto presentaba más inconvenientes que ventajas, en su opinión. Por eso decidió saltarse los pasos previos.

Si el fútbol del Lugo es de elaboración, el del Oviedo es directo, frontal en su inicio. La lucha de estilos vivió un capítulo extra en la sala de prensa tras la eliminatoria de Copa que ambos dirimieron en el Ángel Carro y que finalizó con victoria azul por uno a tres.

«Si hubiera ganado como lo ha hecho el Oviedo estaría preocupado», declaró Setién minutos después de la eliminación de su equipo. «En algunos momentos les hemos pegado un baño», coronó. Las frases no sentaron bien en el vestuario azul. Nadie contestó al cántabro, pero el sentimiento en la caseta era que el análisis había sido injusto. Tras el varapalo del partido liguero (1-2 para el Lugo en el Tartiere), los de Pacheta tienen la posibilidad de desquitarse esta tarde en el Ángel Carro.