Gijón, J. I. CASTAÑÓN

Una de las frases más famosas de San Agustín decía que es malo sufrir y bueno haber sufrido. El sufrimiento te hace más fuerte, pero qué mal se pasa cuando uno está inmerso en ello. Correr una prueba de campo a través con frío, lluvia, y viento, tal y como sucedió ayer en Gijón, sede del Regional de cross, no hay duda que forja los cuerpos y espíritus de los participantes. En términos prácticos, lo cierto es que sólo unos pocos atletas se fueron del Parque Fluvial con la recompensa de una medalla autonómica o de su inclusión en la selección que representará al Principado en el Nacional que tendrá lugar en el mismo escenario el próximo 3 de marzo, porque como suele suceder en todo evento deportivo la mayoría de los atletas se fueron como vinieron, o con el consuelo de que quizá la próxima prueba salga la marca o el puesto soñado.

Marcos Péon (Universidad) y Verónica Pérez (Capol), gracias a sus innegables dotes genéticas y por haber preparado cuerpo y mente con duros entrenamientos, que no hay otro secreto, se adjudicaron los títulos absolutos asturianos de campo a través. No fueron los únicos campeones de la matinal, pero sí los más relevantes puesto que en la infernal mañana atlética se iniciaba con los triunfos en veteranos de Juan Carlos Rodríguez (Piloña) y Blanca Mar Blanco (Avilés Atletismo), a los que seguían los de los juveniles Salomé Alonso (Estadio) y Hugo García (Estadio); los juniors Beatriz Álvarez (Universidad) y Daniel Martínez (Atlética Avilesina), y los promesas Patricia Cueto (Universidad) y Jorge Da Silva (Oviedo), que corrieron incluidos en la categoría senior.

La modélica organización a cargo del Grupo Covadonga, Patronato y Federación Asturiana había diseñado un precioso circuito que se intuye que tendrá vocación de permanencia, pero ayer lo que llamaba tanto a corredores, como a organizadores o espectadores no era disfrutar del espectáculo sino más bien poner pies en polvorosa y correr a resguardarse de la lluvia y el fuerte viento.

Y eso fue lo que hizo desde el pistoletazo de salida Verónica Pérez: salir como un volador. «Fui a hacer mi carrera. Sabía que estaba fuerte y no me preocupé por las rivales», confesó la tinetense una vez cruzada la línea de meta. Tras ella Vanessa Suárez, a la que no se vio cómoda, capeaba el temporal como podía ante el acoso de las corredoras del Universidad que se diluían en el tramo final, al tiempo que se consolidaba al frente del circuito autonómico de cross.

Patri Cueto podía con Maica Rodríguez como en Perlora, quince días antes, y la atleta promesa era tercera. Tras ella, un rosario de corredoras llegaban a meta con síntomas innegables de sufrimiento en sus caras.

La prueba masculina, que se preveía a priori como un duelo universitario a cuatro bandas -los dos Alonso frente a Peón y Bayón- al final se quedaba en un duelo a dos porque Carlos Alonso decidía darse una tregua (padeció una grave fascitis plantar) y renunciaba a competir, mientras que Dani Bayón recibía ayer, precisamente el día de su cumpleaños, un regalo envenenado en forma de sinusitis que le impedía luchar por renovar su título regional.

Sus ausencias, unidas a las de Aitor Fernández y Borja García, que competían en Castellón con sus respectivos equipos, dejaban en lógica más expedito el camino para que Pablo Alonso se erigiera como el hombre a batir. Sin embargo esta vez su bestia negra no iba a ser como en otras ocasiones su gran amigo Dani Bayón, sino su compañero Marcos Peón, un atleta que nunca había vencido en un autonómico de cross y que vio hacerse su sueño realidad. Tras correr ambos prácticamente en paralelo buena parte de la carrera, Peón asestaba un cambio de ritmo en los dos últimos kilómetros de los 11,4 de recorrido para distanciarse de Pablo Alonso. La media de Peón, 3 minutos y medio al kilómetro, era un fiel exponente de cómo estaba ayer el terreno de pesado para un atleta que, todo hay que decirlo, tampoco es un gran especialista en terrenos embarrados.

Todo un veterano como Enedino García (Oriente) demostraba que su experiencia es más que un grado, un doctorado y con una carrera de menos a más se colaba en el podio. Tras ellos, y como sucediera en el caso de las féminas, el tortuoso camino que conducía a la línea de meta mostraba los rostros desencajados de atletas como Pablo Ibáñez, Julio César Álvarez, Fran López, Martín Álvarez o Dioni Martínez.

A casi un mes vista del Nacional, buena parte de los citados volverán al circuito del gijonés Parque Fluvial, bien como actores o bien como espectadores, pero a buen seguro que todos lo harán pidiendo que se den unas condiciones más benignas que las que tuvieron que afrontar ayer.