Jeffrey le tiene tomada la medida al Navarro. El central avilesino metió dos goles en lo que va de temporada, y los dos al conjunto de Valliniello. El primero, en Tabiella, no fue decisivo, puesto que cerró la cuenta de la victoria blanquiazul (0-3), pero el del domingo, cuando quedaba poco más de un cuarto de hora para el final, abrió el camino de la remontada en el derbi después de que Morán adelantara a los visitantes. Y el jugador reconoce la importancia del tanto. «Fue muy oportuno porque lo teníamos todo en contra. Nos pasó factura todo lo que se habló, pero volvimos a ganar y todo es como antes», comentó.

Jeffrey entiende que la afición espere lo mejor del equipo. «Pasamos una buena racha y la gente se acostumbró a ganar, pero luego viene el bache y no siempre se pueden hacer partidos buenos. Es normal que haya presión porque los resultados no son buenos, pero para soportarla estamos los veteranos», señaló, para añadir: «Yo pasé por situaciones similares y sé manejarlas y ayudar a los demás. La gente está en su derecho de estar disgustada porque, por ejemplo, tenemos demasiado equipo para perder en Oviedo, pero nosotros lo damos todo para que estén contentos».

El central blanquiazul dice, no obstante, que el vestuario está bien. «Durante la semana no hay problemas y los fallos en los partidos tampoco se pueden achacar a la presión. Un fallo lo puede tener cualquiera en cualquier momento, y los hubo en los partidos que ganamos bien. Lo que tenemos que hacer es superar este bache con dos o tres victorias seguidas», explicó.

El jugador recuerda bien el gol. «Es una jugada ensayada. Juan la puso donde sabe desde el córner y yo estaba donde tenía que estar. Y por fin salió después de cuatro intentos. Estaba convencido de que íbamos a ganar y sólo pensé en ir a por la remontada». Un remontada que llegó con el gol de Sietes a cinco minutos del final. «Está enorme este año y marcó para ganar. Mejor imposible. Todos nos alegramos mucho por él», finalizó.