Más de uno pudo pensar, durante el acto de recuerdo a Dioni Viña, celebrado anoche en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, qué pensaría él a la vista de la evolución de los acontecimientos en el Sporting. El acto, cargado de emoción, belleza y sensibilidad gijonesa, fue un canto a un periodista que se convirtió en personaje, que, como bien dijo alguien, no era de Gijón sino que es Gijón. Cinco años han pasado desde que Dioni nos dejó, pero su recuerdo está vivo y bien vivo, como demostró el llenazo que provocó en el salón de la Fundación San Eutiquio, sede de los actos del club de este periódico. Con el elogio para todos los intervenientes, con mención especial para su hijo David Viña, queda claro que el momento de la noche fue cuando la viuda, Lola Aguado, se incorporó al coro del Grupo Covadonga para interpretar tres canciones asturianas de las que le gustaban al gran Dioni y cerrar con el «Asturias, patria querida», que sonó mejor que nunca. Allí estaban el director de comunicación del club, Manfredo Álvarez, buen amigo del recordado, o el ex jugador rojiblanco Echevarría, símbolo de la discreción y la bonhomía. Y Dioni, entrevistado en el vídeo inicial sobre el Sporting de la década negra, pensará ahora si es posible la salvación.

El director de comunicación del Sporting se pasó casi todo el acto manipulando, en el buen sentido, su teléfono móvil de última generación, quizá conociendo los últimos pasos que daba el club para cerrar el fichaje de Javier Clemente como nuevo entrenador rojiblanco. El Sporting va a tener, sin duda, un entrenador mediático a más no poder. Porque ha perdido poder en los últimos tiempos, pero presencia no le ha faltado. El mejor Clemente de los últimos tiempos fue el del Valladolid al que no lo salvó porque lo llamaron tarde. Habrá que esperar que aquí se le haya llamado a tiempo.

Nadie duda de que el nuevo entrenador rojiblanco va a poner el acento en conseguir una seguridad defensiva que el Sporting ha tenido con cuentagotas en los últimos tiempos. Y tiene menos de una semana para ello porque va a debutar el domingo ante un Atlético de Madrid al que entrenó en los primeros tiempos de Jesús Gil. Clemente ha entrenado a España y a media España. Ahora llega a Gijón como solución final a una situación complicada porque la salvación se le ido a seis puntos a un Sporting que, por lo que se ve, ha tenido escasa confianza en Iñaki Tejada, que ha recibido una herencia envenenada. Como Javier Clemente; de vasco a vasco. De uno que empezaba a otro que no quiere estar de vuelta porque se resiste a salir del mercado del banquillo español en el que lleva alrededor de tres décadas. Los entrenadores de la generación de Clemente viven retiros dorados, pero él se vuelve a poner el chándal para intentar salvar a otro equipo. Una cosa está clara: su historial es de lujo porque acumula títulos de Liga, de Copa y finales europeas, amén de presencias en Mundiales y Eurocopas. El Sporting volverá a tener gancho televisivo sin necesidad de recurrir al pedo, pis y caca de los tiempos anteriores. No es escaso avance.