El primer entrenamiento de Javier Clemente no defraudó. Tal y como había anunciado, el técnico apareció sin apuntes, con el entrenamiento en la cabeza. Cubierto con un plumífero del club, con pantalón de chándal negro y unas botas Adidas -negras y con las rayas blancas- que evocaban al fútbol de siempre. A pesar del retraso de 55 minutos en la salida del vestuario, Clemente alargó el entrenamiento hasta las 13 horas y 32 minutos, para completar una intensa sesión de 100 minutos. Como todo iba con retraso, los futbolistas, tras completar los ejercicios de estiramiento dirigidos por Gerardo Ruiz, regresaron al vestuario cerca ya de las dos de la tarde.

Esta mañana habrá un nuevo entrenamiento en Mareo a partir de las 11 de la mañana. Será el momento de evaluar cómo progresan Canella e Iván Hernández para saber si estarán en condiciones de enfrentarse al Atlético de Madrid el próximo domingo, a las 18 horas.