Una de las máximas del fútbol dice que cuando perdonas, lo pagas. Eso es lo que le ha ocurrido en los dos últimos encuentros ante el Lugo y Atlético de Madrid B. En tierras gallegas el conjunto de Pacheta tuvo ocasión de matar el encuentro en dos ocasiones, pero el poco acierto o la mala suerte lo impidieron. El pasado domingo ante el filial atlético los azules tuvieron una media hora de juego, la primera, donde pudieron inclinar el resultado a su favor, pero como en Lugo no acertaron y al final lo pagaron.

Y si en ambos encuentros los oviedistas no acertaron ante la portería contraria, también tuvieron errores defensivos que sirvieron para que sus rivales les hiciesen mucho daño, de manera especial en el último encuentro. Si en Lugo fue un mal entendimiento a la salida de un córner lo que sirvió para que los lucenses empatasen el encuentro, ante el filial colchonero un error del guardameta motivó que el equipo de Pantic se adelantase en el marcador.

Al conjunto oviedista le cuesta mucho remontar cuando el conjunto contrario se pone por delante en el marcador. A veces, como el domingo, le entran las prisas y, otras, juega más con la cabeza que con el corazón; y al final lo pagan, como sucedió, por ejemplo, en Toledo. A los azules les cuesta mucho hacer goles, tienen que disponer de muchas oportunidades para materializar alguna, a pesar de que hay hombres de categoría en la delantera que tienen gol, pero por ahora no están todo lo acertados que se esperaba.

Han sido dos tropiezos seguidos los que han alejado al Oviedo de los puestos que dan derecho a jugar la fase de ascenso, pero está a tan sólo tres puntos del segundo clasificado. De haber ganado esos cinco puntos perdidos por errores en los dos últimos enfrentamientos, el cuadro azul estaría segundo. Lo que cambia que el balón entre o no.

Ahora los azules tienen dos encuentros seguidos fuera, La Roda y Marino, que no van a ser nada fáciles ya que ambos conjuntos son difíciles de doblegar, pero precisamente en esos campos es donde se ganan los campeonatos ligueros. El Oviedo tiene hasta final de temporada un calendario en e que los equipos que están arriba, a excepción del Tenerife, visitarán el municipal ovetense, mientras que fuera se la jugarán contra equipos que están en la zona peligrosa de la clasificación y que son encuentros que debe sacar adelante si quiere estar al final entre los mejores.

Y si el primer equipo ha tropezado en los últimos compromisos, el filial, de la mano de Fermín, ha conseguido una buena racha logrando diez puntos en los cuatro últimos encuentros disputados y se acerca cada vez más a la salvación, aunque todavía resta. Desde luego, la configuración de la plantilla era para dar más de lo que estaba dando hasta el momento.

Y en el plano extradeportivo todo sigue igual. Hay movimientos, rumores, posibilidad de cambio accionarial, pero sin nada en concreto. Quizás haya que cambiar los carteles del «¡Alberto, vete ya!», por los de «¡Alberto, ven ya!» para celebrar de una vez por todas la junta de accionistas y aclarar la situación de la entidad.