La historia del ADBA va ligada a la de Yolanda Mijares y seguirá así durante mucho tiempo, aunque ahora en una nueva faceta. La entrenadora del primer equipo del club durante 25 años ha cedido el testigo a su segundo, Rubén Álvarez, que desde enero se ha puesto al frente del banquillo del conjunto de Liga Femenina 2: «Con los años he ido aprendiendo a delegar. Creo que hay gente muy preparada y que tiene ganas de aprender y dar todo por las jugadoras, que es lo que importa. En realidad es el secreto para que las cosas vayan bien, y es hora de darles la oportunidad», afirma la entrenadora, que añade riendo: «Seguro que hay gente que no se lo cree, pero es verdad».

La cantera del ADBA será a partir de ahora la principal preocupación dentro del club: «Quiero ocuparme personalmente de los equipos de categorías inferiores, que ya es bastante responsabilidad», señala Mijares. La entrenadora se ha marcado el objetivo de volver a dar brillo a la base del ADBA como antaño: «Es una forma de volver a mis inicios, cuando me encargaba también de la cantera. Con el equipo en Liga 2 era demasiado trabajo, pero creo que es el momento para regresar a aquello», comenta.

El ADBA cuenta ahora con un equipo cadete y otro infantil. «Hemos llegado a tener hasta ocho equipos. Hay jugadoras formadas en el ADBA en casi todos los equipos asturianos y queremos volver a tenerlas», explica. Su objetivo es tener la próxima temporada un equipo en cada categoría y, quizás, dos en cadetes e infantil. «Cualquier jugadora que quiera entrar a formar parte de este club con tanta historia, que pase por el Complejo Deportivo Avilés y pregunte por mí, y si no estoy siempre habrá algún entrenador para atenderle», añade, y recuerda que no se hacen pruebas para entrar en los equipos. «Hasta que llegan al primer equipo lo importante es que se diviertan, ésa es nuestra filosofía», señala.

Este año está siendo complicado para el club en general. Los problemas económicos hicieron que la temporada empezara un poco más tarde: «Esperábamos alguna jugadora más en el equipo cadete. Ahora son sólo ocho niñas y las infantiles están ayudando mucho», explica. Al infantil le va bastante mejor: «Está a un punto de la final a cuatro. Es un grupo con una estatura un poco baja, pero muy interesante. Creo que saldrán buenas jugadoras de esta hornada», señala.

Su preocupación por la cantera, que nunca ha estado del todo apartada, se ha agrandado en los últimos años: «Hemos tenido gente encargada de ella, que ha hecho lo que ha podido, pero no siempre bien. Creo que ha desilusionado más que ilusionar», comenta. El siguiente paso es hacer un cuerpo técnico de garantías: «Estamos hablando y creo que vamos a formar un equipo de técnicos importante, seguro que nos irá bien».