Gijón, J. E. CIMA

Javier Clemente ha tomado con fuerza las riendas del Sporting. A la vista salta en los primeros entrenamientos, con el objetivo puesto en el partido del domingo ante el Atlético de Madrid. El nuevo entrenador invoca a sus jugadores a estar prestos a la batalla. Y no quiere que la tensión sirva como excusa para justificar los malos resultados.

Prueba evidente del carácter de Clemente fue cómo se tomó ayer la salida del club de Nacho Novo, detalle que le sirvió para mandar un mensaje a la plantilla: no quiere «cagones». «Hablé con él tres veces; en la primera le comenté que tenía cosas positivas y que contaba con él. En la segunda me vino a decir que se marchaba a Polonia. Y en la tercera, ante el presidente y su representante, intentamos convencerle. Luego, por la noche, me mandó un mensaje pidiendo que le dejara salir porque no se encontraba bien y le ofrecían un gran contrato a sus 33 años. Le insté a quedarse para que buscara ganarse la renovación en el Sporting». Pero no convenció al jugador.

El de Baracaldo llegó el jueves por la mañana al vestuario ya decidido a dejar marchar a Novo, no sin antes mandar este mensaje a la plantilla: «Nacho se marcha porque tiene una oferta, la situación es delicada y está cagado de miedo. ¿Hay alguno más que esté cagado de miedo y se quiera pirar?... El que quiera, que se marche del vestuario y que venga cuando acabe la temporada. Y si hace falta, jugamos con el filial». Ningún jugador respondió. El entrenador del Sporting considera que «no podía tener aquí a Nacho dos meses pegándonos su tristeza y llorando todo el día, y que se nos despistase algún otro futbolista». Punto y final.

Resuelto el asunto Novo, Clemente apuesta por el optimismo. «Vamos por el buen camino, con los jugadores entrenando y ensayando de cara al partido. Insisto en tres cosas concretas porque no puedo tocar cuarenta, como sí podría en julio. Ya saben lo que hay que hacer, porque les he machacado lo mismo durante tres días. Todo está puesto en la pizarra y se está entrenando, aunque será difícil en el partido. El once sí lo sé, pero no lo adelanto jamás. Tengo que estar con ellos para plantear el partido. Así quiero que estén todos, entrenándose hasta el último día», señala.

En cuanto a la recuperación de Canella, Clemente la considera «buena, porque en algunos puestos estamos algo cojos. Pero ensayé con Ayoze y me gustó cómo entrenó. También puse el primer día a Juan Muñiz, pero ahí no puede jugar. Fue para adquirir un poco más de visión de fútbol desde atrás y que coja agresividad».

Del Atlético de Madrid, al que entrenó hace años, conoce mucho e incluso lo vio por televisión frente al Lazio. El técnico vasco considera al colchonero un equipo «bueno y fuerte. Es muy agresivo, y con Simeone pasó en las estadísticas de no tener tarjetas a la veintena. Juegan muy duro, repliegan fuerte... Es un rival muy difícil e incómodo. Tiene jugadores de gran calidad. Se trata de un gran equipo».

Una cosa es conocer las virtudes del rival y otra bien distinta, temerlo. «No tengo miedo a nadie y es de los equipos a los que más me gusta ganar. Simeone y yo buscamos el triunfo. Ellos están arriba en la tabla y nosotros, abajo, y estamos agobiados por la necesidad de puntos. No tenemos demasiado margen de derrotas y hay que ir a por ellos. No tenemos más remedio», sentencia el nuevo técnico rojiblanco.