El Oviedo volvió a fallar otra vez cuando tenía que dar un paso al frente. No era una plaza fácil, pues La Roda es uno de esos equipos difíciles de superar en su campo, pero tras el tropiezo ante el Atlético de Madrid B en el Carlos Tartiere los hombres de Pacheta debían dar un golpe encima de la mesa y demostrar que es uno de esos equipos que aspiran a estar al final de la competición entre los mejores.

Los inicios fueron, si no brillantes, esperanzadores, pues parecía que los azules querían ir desde el inicio a por el encuentro. Pero todo se torció alrededor del minuto diez. En una jugada sin trascendencia aparente Teo, reconvertido en esta ocasión por lesiones o decisiones técnicas en defensa, cometió el típico penalti de cuando un delantero se pone a defender. Es decir, que se complica de manera innecesaria la vida. Para colmo de males, Lledó detuvo en primera instancia el penalti, pero no pudo impedir el disparo de un jugador albaceteño ante la pasividad de los defensores azules, que tardaron año y medio en reaccionar. Siempre vale más arriesgarte a que el árbitro mande repetir la ejecución de la máxima pena a que te roben la cartera.

Una vez más, tocaba remontar, pero eso parece casi imposible para los azules en los últimos tiempos. Y si encima en uno de los balones bombeados al área oviedista una vez más los rivales se adelantaron a los defensas azules y abría aún más brecha en el marcador. Pacheta quiso arriesgar en el descanso, pero su apuesta apenas le duró seis minutos, los que tardó en irse a vestuarios Pascual tras una entrada fuera de tono. Y por si fuera poco, los azules se quedaron con nueve tras una expulsión más que rigurosa de Negredo. En resumidas cuentas, tres puntos que se fueron al garete y dos jugadores que no podrá contar con ellos Pacheta para el próximo compromiso ante el Marino.

Las jornadas van pasando y el Oviedo se está mostrando un tanto irregular. Llegan ahora las jornadas decisivas de la competición liguera y los azules no dan esa sensación de equipo seguro que ofrecen otros conjuntos. Sin duda alguna, la composición de una plantilla corta y las numerosas lesiones que ha tenido el equipo, sobre todo en zona defensiva, también pueden influir en los últimos traspiés.

El conjunto oviedista va a recibir en el Carlos Tartiere a equipos que están en los puestos altos de la clasificación, mientras que fuera de casa van a jugar contra equipos en la zona baja necesitados de puntos, pero ahí es donde se ganan los campeonatos. Da lo mismo ganar al Castilla o al Albacete en casa si se pierde contra Coruxo, Vecindario, Montañeros o San Sebastián de los Reyes a domicilio.

También el respaldo de la afición debe ser importante en estos compases finales. Seguro que ante el Marino, el próximo domingo, serán muchos los aficionados que se desplacen, pero también el equipo necesita del apoyo en otros territorios menos fáciles para desplazarse como el domingo en La Roda, donde apenas hubo algún seguidor azul en las gradas. La situación deportiva parece que no pasa por el mejor trance, pero habrá que ser optimista hasta el final.