Santander, Víctor RIVERA

«Claro que es posible, lo que no va a ser es fácil». Javier Clemente anuncia pelea. El de Baracaldo no se achica y avisa de que «yo hasta que no me matan no me doy por perdido». El entrenador rojiblanco insiste en el mensaje que quiere que cale en su vestuario: «Mientras hay vida hay que morir». Clemente hace balance de lo sucedido desde su llegada al Sporting y reconoce que «hemos jugado ya dos partidos y hemos podido hacer algo más, sobre todo hoy (por ayer)».

El vasco no pierde el humor y cuando se le pide una valoración del partido sale por peteneras. «El partido ha sido muy largo. Si hubiera terminado antes, hubiéramos ganado». Más en serio valora que ha sido «duro, muy duro, con dos equipos muy nerviosos, no queriendo perder, un partido trabado, mucha lucha, mucha pérdida de balón». Clemente casi acarició la victoria tras el gol de Barral porque «pensaba que íbamos a romper el partido». El técnico lamenta la forma en que llegó el empate. «La casualidad es que nos ha tocado ese penalti cuando Botía estaba fuera y no hemos tenido suerte», explica.

Otro pero que les pone el técnico de Baracaldo a sus futbolistas es la falta de decisión para irse a por la victoria en el tramo final del encuentro: «Después del empate a uno, los jugadores han pensado más en mantener el punto que en ir a por el segundo gol con sentido y con oficio. Es lógico». La conclusión es que «al final ha podido pasar de todo, incluso hemos podido perder».

Lo que no se le olvida es la oportunidad de Sangoy que cerró el choque. «Tuvimos una ocasión clarísima solo delante del portero, pero a Sangoy se le fue el control», destaca. Clemente se ratifica en su discurso de la previa: «Sigo diciendo que el empate es malo para los dos», pero resta dramatismo a lo sucedido ayer: «Todo queda igual. Son catorce y tenemos que ganar ocho, eso sin contar los empates, que no nos valen».

El técnico analiza el choque y concluye que «hemos venido a ganar desde el principio, lo teníamos bien porque hemos hecho gol y luego yo pensaba que siendo un equipo técnico y jugando a la contra íbamos a sentenciar, pero resulta que nos ha quemado un poco el balón». El momento clave fue tras el gol de Barral porque «para el Racing es difícil jugar perdiendo en su campo, porque se tienen que abrir, y un equipo rápido como nosotros les tenemos que sorprender en más de una ocasión». Clemente se queda con que «la entereza del equipo es buena y su actitud es buena, pero hay muchas cosas para corregir». El técnico entiende que «con un poco de serenidad es como mejor se pueden jugar este tipo de partidos».

En cuanto a la acción del penalti, evitó la polémica: «No tengo ni idea de si ha sido penalti o no y en el vestuario hay división de opiniones». Sí pidió una mano de Diop.