Oviedo, E. CASERO

Héctor Moro va a emprender su carrera contra el cáncer. Y el reto no será fácil. Este duatleta de Pola de Laviana se ha propuesto recorrer, en un máximo de 12 horas, los 101 kilómetros que separan Pola de Laviana y el santuario de Covadonga.

Un prueba que considera «complicada», pero que confía en lograr. No le importan los tiempos, tardar una hora más o menos, sino los 2.000 euros que espera recaudar con su iniciativa, y destinarlos al Instituto de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA). «Tengo un primo que trabaja allí y sé que el dinero va a llegar, me fío totalmente de ellos», cuenta Moro.

Integrante del Club Desnivel 0% de Laviana, Moro asegura que siempre ha sido muy inquieto. «Todos los años organizo pruebas atléticas y colaboro en todas las que hay en el concejo». Pero ésta es especial. No será una prueba cualquiera. «El año pasado falleció un amigo mío de cáncer y en diciembre a mi padre le diagnosticaron uno y ahora le están dando quimioterapia», cuenta.

En enero, Moro decidió poner en marcha esta prueba, y para recaudar fondos ha decidido poner en venta los kilómetros de su recorrido solidario. «Cada uno de ellos cuesta cinco euros, pero estoy abierto a todo tipo de colaboraciones, por eso también he abierto un kilómetro cero, para que la gente colabore con lo que quiera, un euro, dos, lo que puedan».

Aunque el reto es en solitario, el duatleta anima a todo el mundo a que le acompañe, en la medida de sus posibilidades. Sus compañeros de club, aunque siempre le dicen que está «chiflado», según cuenta, se han comprometido a realizar alguno de los tramos junto a Moro. Su padre no podrá acompañarle en el asfalto, pero será la primera persona a la que Moro espera abrazar cuando finalice la carrera. Aún no sabe que su hijo ha puesto en marcha este proyecto, y mucho menos que él ha sido, sin saberlo, quien le ha animado a hacerlo. «No quiero que se ponga triste, ahora necesita estar muy fuerte», señala su hijo.