El mismo día en que se cumplen once meses de la sonada victoria en el Santiago Bernabeu, el Sporting acude al Camp Nou para saldar una deuda histórica en el campo que peor se le ha dado desde siempre. En el partido de esta tarde hay dos Ligas en juego, diferentes, pero igualmente nobles. La Liga de los grandes, que el Sporting le entregó la temporada pasada al Barcelona con su victoria ante el Real Madrid en el Bernabeu y que esta noche podría devolverle al conjunto blanco si logra un resultado positivo en el feudo culé. Y la Liga de los modestos. Porque para equipos como el Sporting cada temporada en Primera División tiene la importancia de un título. Los rojiblancos necesitan reforzar el «efecto Clemente» con una victoria sonada y el Camp Nou resulta un escenario que ni pintado.

Las ausencias de Leo Messi, Villa, Busquets y Abidal humanizan al conjunto azulgrana. Con todo, Guardiola tiene la posibilidad de alinear un equipo con once internacionales absolutos y aún le sobrarían Pedro y Thiago. Tampoco se pueden ningunear las ausencias cuando se trata del mejor jugador del mundo y del mejor goleador de la historia de la selección española. Nunca es buen momento para ir al Nou Camp a jugarse la vida, pero en días como éste flota por Mareo ese ambiente que anuncia machadas.

La expedición rojiblanca partió ayer hacia Barcelona con la ilusión por bandera. Lora y Adrián Colunga son dos ausencias sensibles, pero Javier Clemente no suele acordarse de los que no están. El técnico tiene su propia receta para sorprender al Barcelona y todo apunta a que esto pasa por reforzar el centro del campo con un trivote. Sebastián Eguren haría las funciones de ancla con Rivera y André Castro por delante.

La gran novedad de la alineación titular puede ser la presencia de Mendy. La velocidad del senegalés ha encandilado a Clemente. Mendy se desenvuelve con soltura por las dos bandas y Clemente podría aprovechar para castigar las subidas de Alves lanzando a Mendy a su espalda. Precisamente, la presencia de este futbolista en el equipo titular y su escasa implicación defensiva es lo que llevaría al técnico vasco a fortalecer el centro del campo. Uno de los pivotes caería a banda para tapar al lateral brasileño y liberaría a Mendy para intentar sorprender a la contra a los azulgranas.

Si se cumplen las previsiones, lo que nunca es sencillo cuando se cuenta con futbolistas tan polivalentes como los del Barcelona, los sustitutos de los ausentes estarían claros. Adriano ocuparía la plaza de Abidal en el lateral izquierdo, Mascherano será el sostén del centro del campo e Iniesta adelantará su posición al extremo izquierdo. Allí se verá las caras con Pedro Orfila, quien se enfrentará al mayor reto de su incipiente carrera. El resto será una historia conocida. El 4-3-3, la posesión eterna, Cesc Fàbregas como «nueve mentiroso»... También es probable que Guardiola refresque el equipo con la entrada de algún canterano, lo que no debilitaría un ápice el potencial azulgrana. Cuenca, Tello, Thiago y Sergi Roberto ya han demostrado sobradamente que no desentonan en un equipo que anda sobrado de talento.

El de ayer fue un día de regresos en ambos equipos. Sebastián Eguren se reincorporó por la mañana a los entrenamientos del Sporting tras su partido internacional en Bucarest ante Rumanía. Por la tarde, fue Alexis Suárez quien se sumó a la sesión azulgrana tras regresar de Philadelphia. Ambos serán de la partida esta tarde, en un encuentro sin concesiones.

Como es lógico, el Barcelona luce la vitola de favorito, aunque algo flota en el ambiente que ha llevado la desconfianza al Camp Nou. Los mensajes de los azulgranas durante toda la semana han resaltado la dificultad que encierra un rival al que siempre se da por ganado en el entorno culé, pero basta un rápido vistazo a los últimos marcadores en los enfrentamientos entre ambos equipos para saber que el Sporting vende cara su piel. Cualquier punto arrancado al aspirante sería un resultado grandioso para un sportinguismo que necesita de una alegría sonada para no perder la fe.