El Oviedo volvió a la senda de las victorias en el Tartiere y lo hizo sufriendo hasta el final, en un partido que, menos fútbol, tuvo de todo y, además, estuvo marcado por la nefasta actuación del árbitro, el gallego Díaz Álvarez. El Oviedo, que se había adelantado en el marcador con un gol de fortuna de Teo, tuvo que jugar la última media hora con diez futbolistas por la expulsión de Pelayo, por doble amonestación. Y en la última acción del encuentro Lledó volvió a ser decisivo. Su parada, a disparo de Javi Vicente, dio los tres puntos a los azules en un encuentro en el que lo único a destacar fue la victoria.

El partido, en la primera mitad, repitió el guión de los últimos encuentros en el Carlos Tartiere. El entrenador del Oviedo, Pacheta, decidió repetir el mismo equipo que jugó el pasado domingo ante el Marino y el resultado fue el mismo. Mucha energía y determinación en los balones divididos, pero pocas ideas y casi nada de fútbol.

Tras un tramo inicial en el que el Alcalá, que llegó al Tartiere con una clara disposición defensiva, estuvo más claro con el balón, el Oviedo tuvo siempre el control del encuentro, pero lo hizo sin aportar nada de juego. Además, los azules, dando continuidad a lo que sucedió en Luanco, se adelantaron en el marcador en una jugada de fortuna. Martins prolongó de cabeza un saque del portero Lledó, Teo disputó el balón con el portero Juancho, pero el despeje del guardameta pegó en el centrocampista azul y se coló en la portería. Era la primera llegada de los azules, en el minuto 19, y con casi nada ya estaban por delante en el marcador.

Antes el Alcalá tuvo una buena ocasión, en el minuto 14. En un error de Juanpa en el centro del campo Alexander se hizo con el balón y llegó a las inmediaciones del área, pero su disparo salió muy cruzado.

Tras el gol del Oviedo, el rumbo del partido no cambió. Los azules dispusieron de una clara ocasión tres minutos después, en el 22, para ampliar su ventaja, pero Álvaro envió alto un buen pase atrás de Martins cuando lo tenía todo a favor. Del Alcalá hubo pocas noticias en el aspecto ofensivo, pero el Oviedo tampoco se esmeró mucho. Los azules cometieron muchos errores en los pases y apenas tuvieron profundidad ante un rival que, salvo la jugada del error de Juanpa, no se acercó con peligro a la portería de Lledó.