Las Rozas (Madrid), Efe

El estadio Vicente Calderón acogerá la final de la Copa del Rey entre el Fútbol Club Barcelona y el Athletic Club el 25 de mayo, según acordó ayer la junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que eligió la sede en una votación a mano alzada.

Veintidós de los cuarenta directivos presentes respaldaron el estadio del Atlético de Madrid, opción preferida por el Fútbol Club Barcelona, y catorce votaron a favor de La Cartuja de Sevilla, que fue la planteada por el Athletic, según explicó el portavoz de la junta de la RFEF, Jorge Carretero.

La junta se pronunció primero a favor de concretar la fecha, sin esperar a saber si el Barcelona jugará o no la final de la Liga de Campeones, y después sobre el escenario.

El calendario de la temporada 2011-2012 aprobado el pasado julio fijó la final de Copa para el 25 de mayo y en el caso de que el Barcelona no se clasificara para la final de la Liga de Campeones, prevista para el 19 de mayo en Múnich, contemplaba la posibilidad de adelantarla al día 20.

Ante la falta de acuerdo entre los finalistas de la Copa, con los que la RFEF mantuvo dos reuniones para hablar de la sede, y la negativa del Madrid a ceder su estadio, que era la primera opción de ambos clubes, la RFEF incluyó la elección del escenario en el orden del día de la junta de ayer, que se prolongó durante unas tres horas.

El Barcelona, que en el último encuentro con la RFEF y el Athletic hace cuatro días planteó el Vicente Calderón como sede y la fecha del 25 como definitiva, no asistió a la junta en señal de protesta por la denuncia del Comité Técnico de Árbitros (CTA) al Comité de Competición por las declaraciones de Gerard Piqué.

El defensa azulgrana dijo que el colegiado madrileño Velasco Carballo le mostró la tarjeta roja de forma premeditada en el último partido de Liga ante el Sporting y el CTA ha cursado una denuncia ante Competición.

El Athletic sí estuvo presente en la reunión de la directiva con su actual presidente, Josu Urrutia, que se incorporaba desde ayer como nuevo miembro de ésta. Urrutia se había mostrado a favor de que la final se jugara en el estadio sevillano de La Cartuja y abandonó la Ciudad del Fútbol sin hacer declaraciones.

El Vicente Calderón, con 51.000 localidades de aforo -hay que descontar casi 5.000 por seguridad y organización-, acogerá el 20 de mayo un concierto del grupo británico «Coldplay» y La Cartuja, que dispone de unas 64.000 localidades, renovará su césped después del concierto del estadounidense Bruce Springsteen el 13 de mayo.

Diez años de una gesta. Tal día como ayer hace diez años, el 6 de marzo de 2002, el Deportivo protagonizó una gesta en el Santiago Bernabeu que se conoce como el «Centenariazo». Porque aguó la fiesta del Madrid, como Uruguay había hecho con Brasil en 1950 para bautizar el mítico «Maracanazo». El Madrid, que se había fundado el 6 de marzo de 1902, se disponía a celebrar sus cien años con el título de Copa del Rey en su campo, el Santiago Bernabeu. Pero llegó el equipo de La Coruña, que todavía era el Súper Dépor, y puso la España futbolística patas arriba con una victoria sonada: 1-2.

Aquel Deportivo estaba entrenado por Javier Irureta, que alineó en el centro de la defensa a un asturiano, César Martín. El central ayudó a frenar a aquel Madrid de los galácticos, que dos meses después alzarían la novena Copa de Europa.

César y compañía también comprobaron la dimensión de su gesta cuando llegaron al restaurante, el Asador Donostiarra, donde cenaron tras la final: «Tuvimos que esperar tres cuartos de hora porque tenían el salón preparado para el Madrid, con banderines y la cubertería con el escudo». La fiesta en la noche madrileña fue deportivista y acabó en una discoteca en la que los jugadores descargaron tanta tensión.

En lo estrictamente futbolístico, César destaca el gran partido del Deportivo, que salió al Bernabeu sin ningún complejo. Sorprendió al Madrid en el primer tiempo, con goles de Sergio y Tristán, y aguantó tras el descanso la carga blanca. «Ellos tenían arriba a Zidane, Figo, Raúl y Morientes. Y en el segundo tiempo también salieron Solari, Guti y McManaman. Pero nosotros teníamos muy claro lo que había que hacer y aguantamos».