Sólo dos de sus nueve tantos esta temporada se tradujeron en victorias. Las celebraciones de Barral han sido redondas ante el Granada y Rayo Vallecano, conjuntos en los que participó como goleador en el triunfo de los rojiblancos. Los dos que logró en La Romareda y el conseguido hace dos semanas en El Sardinero también sirvieron para sumar, pero en estos casos un punto. Sin premio se quedaron los materializados ante Osasuna, Sevilla, Espanyol y Barcelona. El gaditano vive uno de sus mejores momentos, aunque el equipo está sumido en descenso. Sin embargo, confía en que su acierto se convierta en uno de los pilares para la permanencia.

«Me gustaría que todos los goles se tradujeran en puntos, pero esto es fútbol», explica el de San Fernando. El tanto del empate que firmó en el Camp Nou le ha dajo un sabor agridulce y anuncia que, la próxima jornada, «el triunfo tiene que quedarse en Gijón». Su deseo se apoya en la imagen ofrecida por el equipo y reivindica que la victoria «llegará pronto porque sólo hay que ver la forma en la que estamos trabajando durante las últimas tres semanas».

Barral defiende el giro que ha intentado darle al equipo Clemente para recortar la diferencia de seis puntos con la zona de salvación. La visita del Sevilla la define como «el partido más importante de la temporada» y se une a la idea de que ganar todos los enfrentamientos en El Molinón será la clave para seguir en Primera. «Hay que tener la mente fría en estos momentos. No nos va a poder la presión. Debemos dar continuidad a la intensidad que le estamos imprimiendo a los partidos y confiar en tener una pizca de suerte», explica el gaditano.

El buen inicio de temporada de Barral ha coincidido con su estreno como primer capitán del Sporting. Un brazalete que no pudo lucir en el Camp Nou por iniciar el encuentro desde el banquillo. El siguiente en el escalafón era Canella, pero Clemente optó por entregárselo a De las Cuevas. «A Canella no le importó y todos lo vimos correcto», apunta Barral sobre la decisión del técnico. Sin embargo, no se muestra tan comprensivo si es él quien debe entregar la capitanía. «Ya veremos si eso ocurre», avisa. Más allá de los símbolos, el gaditano manifiesta su compromiso con el club al asegurar, tras unos segundos de duda: «Seguiré en el equipo si bajamos a Segunda».