El Marino afronta la fase decisiva de la Liga con 32 puntos, a cinco del descenso y a unos doce para mantener la categoría, ya que según los cálculos que se manejan en el club, con 43-44 puntos se logrará el objetivo de la permanencia, aunque lógicamente no es matemático ya que todos los equipos aprietan al máximo hasta el final. Y los de Quirós tienen once partidos para conseguir esos doce puntos salvadores que permitirían cumplir el gran objetivo de la temporada.

Siete de sus once últimos rivales están situados por encima en la clasificación: Sporting B (con los mismos puntos), Albacete (en puestos de promoción), Coruxo, Getafe B, Real Madrid Castilla (líder), Tenerife (en promoción) y Rayo, y el resto (Alcalá, Vecindario, Conquense y Montañeros), por debajo. Lo positivo para los de Luanco es que las estadísticas dicen que jugar contra los favoritos, lejos de ser un problema es una ventaja. Y es que los azulones sacaron en la primera vuelta mejores resultados contra los equipos mejor clasificados, a los que aún debe de enfrentarse (ocho puntos), que con los de su nivel o en teoría más débiles (tres puntos).

De los once partidos que restan, cinco serán en casa (Vecindario, Conquense, Coruxo, Montañeros y Tenerife) y los seis restantes a domicilio (Alcalá, Sporting B, Albacete, Getafe B, Real Madrid Castilla y Rayo Vallecano B). Tampoco esto parece un problema, puesto que de los ocho puntos que sumó el Marino en la primera vuelta ante los mejores, cuatro fueron en Miramar (empate con el Sporting B y victoria ante el Rayo Vallecano B), y cuatro a domicilio con empates en Albacete, Coruxo, Getafe y Tenerife. El Real Madrid Castilla fue el único de los grandes que dejó sin premio a los azulones al imponerse (1-3) en Miramar. Los resultados ante los equipos peor situados no fueron tan buenos y solo sumó los tres puntos de la victoria ante el Montañeros en Coruña. Con el Alcalá perdió (0-1) en Miramar, y ante el Vecindario (2-1) y Conquense (3-0) a domicilio.

Las cuentas están claras: si el Marino gana los cinco partidos que le restan por disputar en casa se salvará seguro, pero la plantilla no mira tan allá y solo piensa en sumar cada partido empezando por el próximo, el Alcalá, al que tienen que derrotar para mejorar el «goal average», distanciarlo en la tabla y esperar sin agobios el final de Liga.