«En El Molinón se puede ganar ahora al Sevilla, aunque es un equipo grande, porque el Sporting está reaccionando con Clemente». En esto coinciden los cuatro asturianos que en su día jugaron con los dos equipos que mañana se miden en el estadio gijonés. LA NUEVA ESPAÑA conversó ayer con Ramón Sánchez, Monchu (Luanco, 1968), delantero que estuvo en el Sporting (1988-1992 y 1998-2000) y en el Sevilla (1992-1996); Alfredo Lobeiras, Fredi (Gijón, 1974), extremo zurdo del Sporting (1997-1998) y Sevilla (1999-2003); Mario Cotelo (Pando, 1975), centrocampista rojiblanco (1993-01) y Sevilla (2001-2003), y Tomás Hervás (Ponferrada, 1970), extremo izquierdo sportinguista (1991-1998) y Sevilla (2001-2003), sobre la difícil situación del conjunto gijonés y el encuentro de El Molinón.

Ninguno conoce en la distancia corta al nuevo entrenador y sólo se fijan en estos días de entrenamiento y los tres partidos disputados. A la pregunta de ¿cómo ve al equipo con Clemente?, Monchu señala que «no es defensivo, como ya demostró cuando dirigió al Espanyol, Athletic o la selección española. Da confianza a los futbolistas, no se anda con chiquitas porque va al grano y se vio un cambio de actitud y de más agresividad». Tomás explica que «era un cambio que se necesitaba y se nota ese giro. A grandes males, grandes remedios. Está cogiendo lo que pide el técnico de más agresividad e intensidad».

Fredi comenta del nuevo técnico que «trae otra filosofía y los jugadores cogen nuevas ilusiones. Se le ve al equipo con más optimismo». Mario Cotelo argumenta que «el efecto del cambio se está logrando porque el equipo compite, tiene otra actitud y sólo le falta ganar».

En cuanto a ¿cómo ve este Sporting-Sevilla?, Fredi dice que «los dos equipos están necesitados de la victoria. El Sevilla para engancharse a Europa y el Sporting para salir de esta peligrosa situación. Al Sporting le veo capacitado para ganar con este cambio de mentalidad, pero habrá que tener cuidado con la forma de jugar bien de los discípulos de Míchel, porque hay que taparles las bandas ya que resuelven pronto». Tomás explica que «hay que afrontarlo con agresividad y expectativas de triunfo. Intentando anular el peligro por fuera, porque ellos tienen mucho potencial, y estar luego acertados en ataque para lograr los goles».

Mario Cotelo tiene claro que «toca ya ganar y hacerse fuertes en casa porque hay poco margen para el error. Seguro que el equipo va a responder bien, siendo compacto y con inicio fuerte, como hizo ante el Athletic de Bilbao y Atlético de Madrid, ante buenos rivales que venían de lograr grandes resultados. El Sevilla aún no está adaptado al nuevo técnico y también hay que aprovechar que no está donde quiere». Monchu considera que «querrá demostrar a la afición que ahora tiene confianza y que puede ser muy agresivo. El Sevilla cuando viaja al Norte no se le suele dar bien. Además, ahora, con Míchel, sorprendió que ganó al Valencia y también que perdió en San Sebastián. No se vio aún si esa medida drástica de cambio de técnico es para bien o para mal».

El cuarteto se agarra a un clavo ardiendo al pensar ¿cómo ve el futuro del equipo? Mario Cotelo cree que «no hay que obsesionarse con la victoria y que entre la ansiedad porque quedan partidos y la distancia es pequeña para engancharse a los de arriba. Confío mucho en este golpe anímico que recibió y que está compitiendo bien, que le tiene que dar las posibilidades reales de cara al final de temporada. Con las nuevas ideas del entrenador tiene mucho que ganar y darse a respetar. El sábado es una gran oportunidad». Monchu se pone «el plazo de estos tres próximos partidos, y soy optimista de que se salve el equipo. Preciado hizo una gran labor inicial, pero después de seis años veía al equipo como un poco acomodado. La afición quería ver otro equipo con más ganas, y está más ordenado».

Tomás piensa que «está en el buen camino porque está cogiendo intensidad y agresividad. Con un triunfo mejorará más». Fredi argumenta que «le veo capacitado para salvarse y espero que este optimismo que existe se refleje en sumar los tres puntos. El cambio de técnico trae nuevas ideas y junto a la motivación de los futbolistas todo eso metido en la batidora tiene que dar buenas cosas».

Todos tienen una parte de su corazón en Sevilla de su paso como futbolistas. ¿Cómo fue aquella experiencia? Fredi encontró allí a su compañera, y reconoce que «fue muy buena en aquellos cuatro años jugando y dos de cedido. Fue el mejor momento deportivo de mi carrera. Es inolvidable». Mario Cotelo señala que «el primer año sólo jugué cinco partidos y en el siguiente me tuvieron media temporada sin ficha. Menos mal que me rescató Josu Uribe para Las Palmas cedido y después al Getafe, donde logramos el ascenso. Pero hasta de lo más duro se aprende al pasar de titular a no jugar. Eso se valora y al final me hizo más fuerte».

Monchu argumenta que «te agrada que los compañeros hablen mucho y bien de ti. No sólo Maradona, que tuve el privilegio de tenerlo de compañero de habitación. Lo malo de aquellos cuatro años fue la salida final porque había jugado 30 partidos y me ofrecieron una renovación a la baja. Había entrado de presidente González de Caldas y echó a mucha gente. Al año siguiente lo pagaron bajando a Segunda». Tomás dice de aquellos dos años que «llegué del Celta con el equipo andaluz recién ascendido donde estaban Moisés, Mario, Fredi, Casquero y subió de la cantera Reyes; el equipo creció y fue para arriba con Caparrós. Es un buen recuerdo, de estar en un equipo grande y de buena afición, aunque individualmente no estuve a buen nivel».