Oviedo, N. L.

El sueño de Ricky Rubio se hizo añicos la pasada madrugada. El base catalán, aspirante a ser elegido debutante del año en la NBA, revulsivo de unos Timberwolves con aspiraciones incluso de entrar en el «play-off», se rompía el ligamento cruzado de su rodilla izquierda en el partido ante los Lakers de su amigo Pau Gasol, según anunciaba anoche una fuente de su equipo. Se perderá el resto de la temporada con los de Minnesota y los Juegos Olímpicos de Londres con España, ya que el proceso de rehabilitación se cifra entre seis y nueve meses.

Rubio, de 21 años, sufrió la lesión cuando faltaban 16 segundos para concluir el partido que perdieron por 102-105 ante los Lakers. Los Wolves ganaban en ese momento 100-99 y el español intentó bloquear un ataque de Kobe Bryant, que chocó contra él. No pudo jugar más y al finalizar el partido abandonaba el campo apoyándose en dos auxiliares de su equipo.

Ricky había jugado esta temporada como titular en 31 de los 41 partidos con los Wolves, que presentan un balance de 21 victorias y 20 derrotas. El base español jugó una media de 34 minutos por partido, promediando 10,6 puntos, 4,2 rebotes, 8,2 asistencias y 2,2 robos.